El papa Benedicto XVI ha sentado las bases para que los anglicanos que quieran vuelvan a abrazar la doctrina católica. El Vaticano aprobó esta semana un documento que facilita el camino a la conversión. Algunas diócesis anglicanas insatisfechas ?-en Papúa-Nueva Guinea, Estados Unidos y Australia- podrían considerar cambiarse al catolicismo. También obispos de la Iglesia de Inglaterra, la confesión madre del anglicanismo, podrían convertirse. Se trata de tradicionalistas que reniegan de la visión progresista de la Iglesia anglicana respecto a la homosexualidad y al papel de las mujeres en la Iglesia.
La iniciativa del Vaticano ha desatado el debate, no solo en el seno de la Iglesia anglicana sino también en la propia Iglesia católica. En Galicia, Francisco Pena, párroco de Cespón y Bealo (Boiro), tiene claro que está a favor «do que diga Roma». Cree que si esta decide abrir la puerta a los anglicanos casados «ben feito está». Sin embargo, acerca del celibato, también opina: «Non creo que pasase nada se fose opcional para todos, poderíamos facer como os ortodoxos». Añade que católico significa universal, «e quere dicir que collemos todos, así que a decisión tomada por Roma paréceme moi correcta».
Francisco Justo Carou, cura de Boiro, se muestra bastante escéptico con este asunto. «¿Qué voy a opinar? Ni soy anglicano ni estoy casado, así que no creo que eso me influya lo más mínimo». De todas formas, dice que «este asunto no es nuevo, ya hay anglicanos casados admitidos por Roma, y luego está el tema de los ortodoxos». Personalmente, opina que «no pasaría nada por cambiar la ley eclesiástica que obliga a ser célibe al sacerdote», pero no cree que con eso se arreglasen los problemas de la Iglesia. «Fíjense en que en Grecia los ortodoxos tienen problemas y los anglicanos igual, y ellos sí se pueden casar. No creo ni que fuese bueno ni que malo».
También considera que, de momento, mientras la norma siga, «lo que hay que hacer es cumplirla. Al igual que una persona que se saque el carné no puede ir por la izquierda, los curas no se pueden casar y punto. Es una norma más, no le veo problemas».
Si de él dependiese la decisión «no pondría reparos para cambiar la norma y que se permitiese el matrimonio; quizás, lo que hacen los ortodoxos en este aspecto no esté mal».
El vicario general de la diócesis de Ourense, José Estévez, desconoce los términos de la constitución vaticana al respecto, pero, «calquera que sexa, eu non penso emendarlle a plana». «Paréceme ben, de feito trátase de facilitar unha admisión colectiva, é o que motiva esa medida especial que tende a preservar o movemento ecuménico, que non se creen problemas».
El delegado diocesano de Ecumenismo en Ourense, José Antonio Gil Sousa, explicó que «é unha decisión importante esta de abrirlle as portas a unha familia cristiá que quere entrar na Igrexa católica e polo tanto ten todos os dereitos, dado que eles admiten o papel do sucesor de Pedro, Benedicto XVI, por tanto eles poden entrar. Non hai problema ningún e o Papa non pon reparo sempre que adopten a disciplina católica».
El problema del celibato, según advierte Gil Sousa, «non é importante porque neste caso, como o celibato é unha disposición da Igrexa católica, os presbíteros da comuñón anglicana que queren entrar farano e non haberá problema nin polo celibato nin polos ritos propios que teñan da Igrexa anglicana. Todo iso váiselles conservar». Sousa recuerda que lo que el movimiento ecuménico mira es «o esencial».