A la cama con pijama y peluche

SOCIEDAD

Un estudio revela que los gallegos duermen sin abrazarse a su pareja, se acuestan antes de medianoche y sueñan con dinero, el trabajo y Elsa Pataky o George Clooney

20 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Más pragmáticos que románticos, los gallegos han asumido que pasar la noche abrazados a la pareja es sinónimo de una visita al fisio por la mañana, de manera que ocho de cada diez dejan los arrumacos para la vigilia y concilian el sueño por separado. Pero tal vez por aquello de que el ser humano anhela siempre lo que no posee, el 40% de los solteros españoles confiesan que duermen aferrados a un peluche o, en ausencia del osito, a la almohada, sin preocuparse excesivamente por aquella célebre frase de Sigmund Freud que ya advertía hace un siglo que cualquiera que, despierto, se comportase como en sueños «sería tomado por un loco».

Las conclusiones del estudio sobre El arte de dormir, elaborado por IMMarket para la firma Meetic, arrojan curiosas conclusiones sobre las costumbres de los gallegos al meterse en la cama. Por ejemplo, que somos los más recatados de España, con el empleo de los tradicionales pijama y camisón en el 50% de los casos, lo que supone la cifra más alta del país. Eso sí, gana terreno la ropa interior, sobre todo entre los solteros, y crece el núcleo duro de los nudistas de colchón (11%).

En imaginería onírica no somos muy diferentes al resto de los españoles. Entre los sueños autorizados: dinero, trabajo y familia. Por ese orden. Aunque los solteros agregan en primer lugar los viajes, vinculables perfectamente al trabajo, por lo que apenas cambian sus preferencias. Entre los menos autorizados: Elsa Pataky, Angelina Jolie y Penélope Cruz, para ellos, y George Clooney y Brad Pitt, para ellas. No se detalla el contenido de estas visiones, pero el romanticismo representa solo el 11% de los sueños en esta comunidad autónoma.

El paraíso de la marmota

Los datos del estudio, recabados el pasado verano por medio de más de mil encuestas, identifican Galicia como un lugar idílico para entregarse a los brazos de Morfeo, con escasos insomnes y una llamativa facilidad de sus habitantes para conciliar el sueño.

En este paraíso de la marmota, nueve de cada diez gallegos duermen más de seis horas diarias, a la cabeza del país en esa estadística. Además, el 74% tardan menos de media hora en dormirse y la mitad se van a la cama antes de medianoche, cotas envidiables en el termómetro del sueño nacional.

La relación de pareja, más allá de la ya referida tendencia a dormir cada uno por su lado, ofrece otras conclusiones interesantes. Por ejemplo, la constatación ?-solo empírica hasta el momento- de que seis de cada diez personas ganan peso tras iniciar la convivencia.

¿Cuánto se engorda? Pues una media de ¡nueve kilos!, y eso a pesar de que la mitad de los encuestados aseguran no haber modificado sus costumbres alimentarias respecto a la soltería. Todo un misterio para cuya resolución la encuesta, lamentablemente, no da pistas.

Tal vez tenga que ver con los hábitos antes de acostarse, esencialmente sedentarios. Ver la televisión es la actividad elegida por el 72% de los ciudadanos, que no salen muy airosos de la encuesta en materia cultural: la lectura supone únicamente el 28%. Al levantarse cambia el asunto y el ordenador sustituye a la tele. Internet arrasa, especialmente entre los solteros, y es la actividad más frecuente después de rutinas como el desayuno o las tareas domésticas.

Sobre la mesilla de noche, pañuelos (36%) y teléfono móvil (26%) son elementos más habituales que anticonceptivos o cigarrillos, estos últimos en franco declive.