Asimismo, tres sindicatos franceses de enseñanza denunciaron la implantación de la iniciativa y añadieron que es «contraria a los valores de la escuela republicana».
Este proyecto, que cuenta con el apoyo del actual ministro galo de Educación Nacional, Luc Chatel, podría extenderse a la mitad de las escuelas de formación profesional de la región de París, si finalmente ofrece resultados positivos.