La mala gestión de los bosques contribuye en un 20% al cambio climático

José María Francisco

SOCIEDAD

Los expertos plantean medidas como el «céntimo forestal» y «declaración de clima futuro» para reducir las emisiones.

21 sep 2009 . Actualizado a las 22:53 h.

El cambio climático polarizó la mayoría de las intervenciones en la primera jornada del Congreso Forestal Español, el principal foro de expertos y científicos que se celebra en España cada cuatro años.

Los técnicos coincidieron con los políticos a la hora de valorar la importancia de la masa forestal, pero los especialistas en esta materia consideraron insuficientes las palabras y, en consecuencia, reclamaron medidas urgentes a corto y medio plazo para mitigar el efecto invernadero con el mantenimiento del carbono que albergan los suelos.

El ingeniero de montes, Carlos del Álamo, presidente de la Asociación Bosques y Cambio Climático, aseguró que la responsabilidad de las emisiones de gases a la atmósfera no puede atribuirse, exclusivamente, a las industrias y otras actividades económicas sino que también la tiene la mala gestión de los bosques.

Este experto cuantificó en un 20% la contribución de la deficiente gestión de la masa forestal al calentamiento global puesto que las zonas arbóreas dejan de ser el sumidero del CO2.

Carlos del Álamo planteo el establecimiento del «céntimo forestal» para que los hidrocarburos compensen los efectos que causan en el planeta a través de una aportación económica.

«El problema del cambio climático se presenta como un Apocalipsis y, sin embargo, hasta la fecha se ha hecho muy poco», se lamentó el responsable de la Asociación. Y como ejemplo de la devastación de masa forestal situó un dato: la deforestación, más acusada en África y América del Sur, ha afectado a 13 millones de hectáreas, con unas pérdidas de 1.200 millones de dólares anuales.

Sin embargo, 1.200 millones de personas viven de los bosques.

Jaime Ribalaygua, director técnico de la Fundación para la Investigación del Cambio Climático, aseguró que el calentamiento es «inequívoco» después del incremento de las temperaturas. Desveló un estudio realizado en la Comunidad Valenciana desde 1984 hasta 2008, según el cual la temperatura ha experimentado una subida de 0,34 grados por década, lo que equivaldría a un aumento de 2 grados en 2037 y 3 grados más en la primavera del año 2050.

Los datos de este informe son extrapolables a otras regiones de la península ibérica, con la certeza de que el calentamiento será más intenso en el interior que en las zonas costeras y, aún más, en las montañas. «Hay una cierta incredulidad sobre el cambio climático, pero no son mensajes pesimistas, ni información catastrofista interesada, ni exageraciones apocalípticas», sostuvo, para concluir con una frase tan común como científica: «Es lo que hay».

Los expertos apostaron en Ávila por nuevas medidas legislativas, como la «declaración de impacto de clima futuro» sobre cualquier actividad o infraestructura proyectada a medio y largo plazo en el entorno de la naturaleza. Jaime Ribalaygua comparó la trascendencia de esta figura con la declaración de impacto ambiental que se implantó a finales del siglo XX para obras de infraestructura como carreteras y proyectos empresariales.

Horizonte incierto

La incertidumbre que se cierne sobre las consecuencias del cambio climático fue condensada por el profesor de la Universidad de Valladolid, Felipe Bravo, con uno de los míticos pensamientos del escritor Mario Benedetti: «Cuando creíamos que teníamos las respuesta, de pronto, cambiaron las preguntas». Bravo reclamó la selvicultura como la técnica y ciencia necesaria para que el hombre garantice con sus intervenciones el ecosistema. Asimismo, abogó por la adaptación ante el calentamiento del planeta con medidas concretas, como la reducción en la densidad de los árboles.

El secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, abogó por los incentivos económicos para preservar las masas forestales y mantenerlas a través de recursos públicos. El 22 por ciento de la superficie del país está protegida por la Red Natura 2.000. Puxeu resaltó el esfuerzo coordinado de las administraciones tanto en la prevención como en la extinción de incendios para la recuperación y regeneración de los bosques. Insistió en «el valor social y económico del bosque». Y el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, también destacó el patrimonio que supone el mantenimiento y conservación de los bosques. El presidente castellano-leonés cifró en 40.000 millones de euros la valoración de las zonas arbóreas.