En la segunda jornada de la Semana de la Moda de Nueva York, un día en el que no desfilaba ninguno de los grandes, los comentarios giraban en torno a la noche del jueves. Esa noche, coincidiendo con el desfile de David Delfín, se celebró la noche de la moda, con tiendas abiertas hasta la madrugada y, lo que es más sorprendente, con compradores cargados de bolsas. Y es que el mundo del diseño se ha unido para impulsar esta celebración nocturna. Desde Anna Wintour, editora de la revista Vogue, hasta la diseñadora Diane von Furstenberg o la actriz Kate Hudson se dejaron ver en las plantas de moda de grandes almacenes. La semana seguía en la pasarela, ayer con los diseños para la próxima primavera de Cynthia Steffe, Charlotte Ronson o Max Azaria, entre otros y con los comentarios, algunos maliciosos, sobre la situación de crisis de la industria de la moda. Y es que algunos consideran que llegó a su punto más bajo cuando hace tres días, la firma francesa Emanuel Ungaro anunció que había contratado a la actriz estadounidense Lindsay Lohan como asesora. Entre cotilleos y mujeres perfectas transcurre la pasarela más comercial de las grandes y en la que este año hay presencia española récord. Podrán verse los desfiles de Custo Dalmau, Toni Francesc y Joaquín Trias. Además del vídeo-desfile que mañana proyectará el trabajo de Ana Locking, Carmen March, Juanjo Oliva y Juan Duyos.