Los tres hijos del artista entran en escena

La Voz

SOCIEDAD

26 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La muerte del rey del pop ha desatado el circo mediático, en parte auspiciado por su propia familia.

Muerte en directo

El portal de Internet TMZ publicó las primeras fotos minutos después de su ingreso hospitalario, el 25 de junio. Gran parte de su familia se enteró por los medios de lo que estaba ocurriendo.

Reventa para el funeral

El funeral se convirtió en un enorme y espectacular homenaje, con un nutrido grupo de famosos cantando y rezando en honor del polémico artista. Desde Brooke Shields a Usher pasando por Lionel Richie, Stevie Wonder, Queen Latifah, Mariah Carey, Chris Brown, Jennifer Hudson o hasta el deportista Kobe Bryant. El acto se desarrolló en un polideportivo y aunque las entradas se repartieron de forma gratuita -ni que decir tiene que la web donde había que inscribirse se colapsó-, muchos afortunados las vendieron y otros se tuvieron que deshacer de ellas porque todos los vuelos para Los Ángeles ese día tenían lista de espera. Las cifras que se barajaron van en consonancia con todo lo demás: hasta 10.000 dólares.

Los hijos, centro de atención

El artista los escondía del resto del mundo, pero en su funeral estuvieron siempre en primer plano. Los tres hijos del cantante se convirtieron en el centro de atención: Prince Michael Jackson, el mayor; Paris Katherine, la única chica; y Prince Michael Jackson II Mantita, el más pequeño de los tres y que el artista había mostrado a sus fans en Alemania sacándolo por la ventana cuando era un bebé y con su cabeza cubierta por una manta.

Paternidad en la televisión

Además de que el padre de Michael Jackson quisiese hacer un trío musical con sus nietos, la vida de estos niños se convirtió en foco de los medios cuando comenzaron a salirles padres y madres. Que si el dermatólogo gay de Jackson, si un amigo que antaño había sido una gloria musical y le dio su esperma, que si una mujer algo perturbada era la madre del pequeño... Lo cierto es que al final los niños se quedan con su abuela, Katherine, que está valorando muy seriamente que los menores acudan a la escuela, en vez de recibir las clases dentro de casa, como hasta ahora. Por su parte, la madre de los mayores, Debbie Rowe, mantendrá una relación con ellos sin dinero de por medio.