Illinois, Misuri y Oklahoma son los tres estados que se pueden recorrer a través de la Ruta 66. Es posible cruzar el Misisipi de Huckleberry Finn y la misma carretera por la que los protagonistas de Las uvas de la ira se fueron al oeste. Grandes espacios abiertos donde el sol envía sus rayos sin piedad y las tormentas convierten un día azul en uno gris en instantes. Oklahoma, en choctaw, significa piel roja y eso es en lo que cualquiera se puede transformar, no por el gran número de tribus que habitan en la zona, sino por el calor (38 grados a las siete de la tarde).
En Springfield, Illinois, se puede descubrir que el protagonista de la ciudad no es ningún miembro de la familia Simpson. Lincoln, decimosexto presidente de los EE.?UU., vivió allí y todavía se conserva su casa. Su tumba en el cementerio Oak Ridge está presidida por un busto en el que destaca el brillo de la nariz, debido a que la tocan los turistas.
A Misuri es posible entrar a través de Saint Louis, con su impresionante Gateway Arch, un arco de 192 metros que simboliza la entrada al oeste. Por supuesto, cualquiera debe probar allí su especialidad culinaria, los raviolis tostados.
Por la Ruta 66 se ve la botella de Ketchup más grande del mundo, la Blue Whale (una ballena-tobogán) y el tótem más alto (Totem Pole Park). También está Cahokia Mounds, la mayor ciudad antigua del país (1.200 años antes de C.), con impresionantes vistas de Saint Louis.