Muere una testigo de Jehová que se negó a recibir una transfusión de sangre tras un accidente

A.G.A.

SOCIEDAD

Santi M. Amil

27 jul 2009 . Actualizado a las 19:00 h.

Una testigo de Jehová, de 61 años, pereció ayer en Sevilla por negarse a recibir una transfusión de sangre tras sufrir un accidente de tráfico, lo que le produjo la muerte por hemorragia pese a haber sido intervenida a tiempo en un hospital.

La víctima, M.C.R.B., sufrió a las once de la mañana de ayer un accidente de tráfico en la autovía Sevilla-Cádiz, a la altura de Los Palacios (Sevilla), lo que le causó una hemorragia peritoneal y laceraciones de hígado y bazo.

Trasladada en un helicóptero del 061 al hospital de Valme, los médicos la operaron con urgencia y consiguieron solventar sus lesiones, pero la mujer falleció a los pocos minutos de salir del quirófano por falta de sangre.

La Guardia Civil ha abierto una investigación y el hospital ha dado parte al juzgado de guardia de Sevilla, según indicaron fuentes del caso.

La mujer, testigo de Jehová, había firmado un documento de voluntades anticipadas en el que rechazaba expresamente recibir cualquier tipo de transfusión sanguínea, a causa de sus convicciones religiosas.

La prohibición de recibir sangre de otras personas fue asumida por los testigos de Jehová en el año 1945, en Estados Unidos.

Tal prohibición se basa en una interpretación particular de la Biblia, que se apoya en la reflexión sobre determinados versículos. Por ejemplo, «Carne con su vida, que es su sangre, no comeréis» (Génesis, 9:4).

Este versículo es utilizado con mucha frecuencia en las revistas de los Testigos de Jehová ( Despertad y Atalaya ) para objetar contra el uso de la sangre, por ejemplo en las transfusiones.

Pero no es el único empleado. Estas dos publicaciones aluden también al Levítico 3:17: «En cualquier lugar que habitéis, no comeréis nada de sebo ni nada de sangre».

Estas interpretaciones han generado voces críticas dentro de la propia organización.