Un juzgado de Madrid abre diligencias sobre la muerte del pequeño Rayan

Rafael Herrero

SOCIEDAD

El padre emprenderá acciones legales después de que el bebé reciba sepultura en Marruecos, donde será enterrado junto a su madre.

14 jul 2009 . Actualizado a las 22:27 h.

En paralelo a la investigación interna emprendida en el Hospital Gregorio Marañón para depurar responsabilidades por el «terrorífico» error hospitalario que costó la vida este lunes al bebé sietemesino Rayan, el Juzgado de Instrucción número 53 de Madrid abrió diligencias previas sobre la muerte del niño y se encontraba durante la tarde del martes a la espera de conocer las conclusiones definitivas de la autopsia del pequeño, que se le practicó este martes.

En este Juzgado, hasta el momento, no hay constancia de denuncia alguna por parte de la familia, pero ya ha recibido toda la documentación que obraba en poder de la Consejería de Sanidad de Madrid.

La Fiscalía de Madrid ha abierto también diligencias informativas sobre el mismo asunto y los datos que recabe serán remitidos al Juzgado antes mencionado.

Por su parte, el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, también inició una investigación de oficio y se dirigió a la Consejería de Sanidad de la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) para solicitar información sobre el fallecimiento de la criatura.

Todos los indicios apuntan a que el «caso Rayan» se tramitará en los tribunales por la vía penal, que deberán sustanciar si se trata de una imprudencia profesional grave por muerte u homicidio, según ha indicado el fiscal del Tribunal Supremo Manuel Dolz desde los cursos de verano de la Universidad Complutense en El Escorial.

Un día después de la trágica negligencia sanitaria en la UCI de neonatología del centro sanitario madrileño, la familia del pequeño, con rostros compungidos de dolor y totalmente destrozada, se desplazó poco antes del mediodía de este martes al Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde se realizaba el examen anatómico del cadáver.

El pequeño será trasladado hasta Marruecos, en concreto a la localidad de Mdiq, para ser enterrado junto a su madre, Dalilah Mimuni, que falleció en el mismo centro sanitario el pasado 30 de junio a consecuencia de la gripe A y se convirtió en la primera víctima mortal en España de esta enfermedad.

El rey de Marruecos, Mohamed VI, fletó un avión militar para trasladar a Rayan al país magrebí con el fin de que reciba sepultura junto a su progenitora. Estaba previsto que el aparato se desplazara desde Marruecos hasta la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).

El padre de la criatura y viudo de Dalilah, Mohamed El Huarachi, reflejaba hoy un semblante desgarrado de dolor, mientras se mostraba remiso a hacer declaraciones o anunciar si emprenderá acciones legales contra el Hospital Gregorio Marañón.

No obstante, fuentes cercanas a la familia confirmaron que, por el momento, Mohamed sólo está pendiente de proseguir los trámites hasta que su hijo recibe sepultura y que, acto seguido, adoptará las medidas legales pertinentes por el trágico error sanitario.

Durante la tarde de hoy, los familiares de Rayan celebraron un oficio religioso en la mezquita ubicada en la madrileña carretera de circunvalación M-30 con el cadáver del niño de cuerpo presente.

Previamente, los restos mortales del bebé fueron trasladados desde el Instituto Anatómico Forense hasta el tanatorio municipal norte de Madrid, donde su cuerpo fue embalsamado. Desde allí, un coche fúnebre trasladó los restos mortales hasta la mezquita, donde llegó minutos antes de las seis de la tarde.

Allí, empleados del templo recogieron el pequeño ataúd blanco y lo introdujeron en el interior por una de las puertas laterales, mientras ya era visible la llegada de decenas de personas a la mezquita para dar su último adiós al pequeño. A la hora mencionada, estaba previsto que el féretro del niño permaneciera en la mezquita hasta su traslado hasta la zona donde le recogería el avión que le trasladaría a Marruecos, previsiblemente este martes mismo.

Sólo una enfermera retirada del servicio

La enfermera que cometió la presunta negligencia, una joven de 23 años, es ahora la única persona retirada del servicio en relación con este espeluznante caso.

Y es que, el lunes por la noche se retiró la suspensión cautelar de funciones a otra de las profesionales sanitarias asignadas el domingo, cuando se produjo el error, a la unidad de neonatos, que ha sido reintegrada al trabajo a petición de la inspección sanitaria de la CAM.

La enfermera que administró la alimentación al bebé por vía intravenosa en vez de por vía nasogástrica, lo que provocó la muerte del pequeño de una embolia fulminante, está «totalmente destrozada, como es lógico», indicaron fuentes sindicales del centro hospitalario madrileño.

Se confirma que, efectivamente, era el primer día que trabajaba en la unidad de neonatos, donde ejercía una suplencia, y no tenía experiencia en bebés prematuros, pero su lamentable error no parece compadecerse con su historial profesional, ya relatado por el consejero madrileño de Sanidad, Juan José Güemes, toda vez que había desempeñado su función profesional durante un año con enfermos en situación crítica y llevaba ocho meses en el Hospital Materno-Infantil del Gregorio Marañón.

Güemes se reunió este martes con la profesional sanitaria en el despacho del director-gerente del hospital. Esta enfermera, según fuentes sindicales, no tenía asignado como paciente al bebé Rayan, pero lo atendió, aunque de manera errónea, porque otra urgencia en la unidad requirió la atención de la supervisora, indicó Radio Nacional.

En el hospital, desde que se conoció el desenlace fatal de Rayan, la palabra consternación y tristeza definen la situación en que se desenvuelven sus profesionales.

En palabras del consejero, la prioridad reside ahora en avanzar en las labores de inspección de Sanidad. «Tenemos la obligación de determinar las responsabilidades y las circunstancias concretas que hicieron posible que se cometiera ese terrible error humano -manifestó-. Y no sólo por responder y dar cuenta ante los familiares y la opinión pública, sino porque también es muy relevante que seamos capaces de sacar conclusiones constructivas sobre las medidas que puedan mejorar la seguridad de los pacientes y mejorar la calidad de los servicios sanitarios».

«Fallos en cadena»

La presidente de la CAM, Esperanza Aguirre, admitió que la muerte de Rayan es la tragedia más espantosa que ha tenido que encarar en los servicios públicos desde que está al frente del Ejecutivo madrileño.

«Mohamed esperaba un hijo y ahora lo ha perdido todo. Y yo anuncio que en la Comunidad de Madrid vamos a tomar las medidas necesarias para que no se pueda volver a repetir un hecho tan lamentable y terrorífico».

Reclamó Aguirre una investigación a fondo porque, a su juicio, tuvieron que registrarse «una serie de fallos en cadena». La presidenta madrileña, que visitó el lunes al padre del pequeño, reconoció que lo ocurrido tiene «una explicación muy difícil».

«Habrá que llegar hasta el final, pedir disculpas y ponernos a disposición de la familia -dijo--. Este padre tenía una esposa y un hijo y se ha encontrado con estas circunstancias, que no tienen consuelo. El único consuelo es la justicia hasta el fondo y el final», insistió.