La renovación de las licencias de seis plantas, en esta legislatura

R. R.

SOCIEDAD

04 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La decisión de cerrar la central de Garoña en el 2013, dos años después de su vida útil, es solo el aperitivo de un debate que amenaza con indigestar al Gobierno. Antes de que acabe la actual legislatura, la Administración deberá decidir sobre la renovación de la licencia de seis de las siete centrales que operan en el parque atómico español, al margen de Garoña.

La primera decisión la tendrá que tomar en julio del próximo año con respecto a las plantas de Almaraz I y II, situadas en Extremadura. La primera es, después de Santa María de Garoña, la más antigua de España, con 28 años de existencia. La instalación burgalesa, cuando finalice el plazo otorgado por la Administración, dejará de funcionar en el 2013, con 42 años de vida.

Vida útil

No parece, sin embargo, que la Administración socialista se vaya a encontrar en lo que queda de legislatura con los mismos quebraderos de cabeza que le ha causado Garoña. A todas las candidatas les quedan aún unos cuantos años de margen antes de agotar su vida útil, fijado en los 40 años. Lo lógico es que el Consejo de Seguridad Nuclear avale su continuidad y el Gobierno acepte el acuerdo como un mero trámite. Es lo previsible, lo que no significa que sea lo que vaya a ocurrir, y más en un momento en que el Gobierno se enfrentará a la presión de los ecologistas, para quienes con su decisión de ampliar la vida útil de Garoña en dos años el presidente ha perdido todo su crédito ambiental.

Lo que sí es seguro es que el debate nuclear continuará azuzándose. Y lo seguirá haciendo hasta que la Administración, sea de un signo o de otro, establezca un marco regulador claro y estable en el que determine qué papel asigna a cada fuente dentro del mix energético. España sí puede prescindir sin mayores problemas, salvo los derivados de la pérdida de puestos de trabajo, de una central pequeña como la de Garoña, que aporta poco más del 1,4% de la generación eléctrica del país. Puede sustituirla con los nuevos parques eólicos. Pero, al menos a medio plazo, tiene casi imposible encontrar una alternativa a su parque nuclear, que genera en torno al 20% de la electricidad que se consume en España, además de ofrecer una garantía de suministro que aún no son capaces de ofrecer los aerogeneradores eólicos.

El peso de la nuclear en el mix energético español ha descendido progresivamente en los últimos años, en buena parte por el mayor empuje de la eólica y los ciclos combinados de gas natural. Y ¿qué ocurre en el mundo? En estos momentos hay 48 plantas nucleares en construcción, cuatro de ellas en Europa.