«Gentes que no comparten credo están unidas por él», dicen desde su fundación
21 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.De toda clase, edad y condición, los vecinos de los pueblos del sur de la India, donde el cooperante español Vicente Ferrer llevó a cabo su labor humanitaria, se acercaron hoy a su capilla ardiente para darle el último adiós unidos por el respeto. «Es una experiencia muy intensa. Gentes que no comparten credos comunes están unidas por una persona a la que respetan por su labor, por su colaboración con ellos», dijo la portavoz de la Fundación Vicente Ferrer, Blanca Romañá.
Desde que se conoció la noticia de la muerte del cooperante, ha sido incesante el número de personas que se han desplazado hasta el municipio indio meridional de Anantapur, donde está la sede de la organización, que acoge la capilla ardiente.
«Ni tristeza ni alboroto, yo diría respeto. Está siendo un homenaje muy humano y cercano», señaló la portavoz. Desde la fundación, voluntarios distribuyen agua a los visitantes para ayudarles a aliviar el calor, mientras aguardan con paciencia en la fila. Varias pantallas emiten imágenes en directo ofrecidas por una cámara ubicada en el interior del velatorio, para que todos puedan seguir de cerca lo que allí ocurre. Ferrer será enterrado mañana por la mañana en la localidad de Bathalapalli.