El «Atlantis» parte hacia la última reparación del telescopio Hubble

EFE

SOCIEDAD

Los planes para la reparación de algunos equipos, el mantenimiento de otros, y la instalación de instrumentos aún más potentes en el Hubble se postergaron durante meses debido a diferentes problemas técnicos.

12 may 2009 . Actualizado a las 09:48 h.

Los siete astronautas del transbordador Atlantis partieron hoy del Centro Espacial Kennedy, en el sur de Florida, para realizar una misión de 11 días cuyo objetivo es mejorar la capacidad del telescopio espacial Hubble, que durante 19 años ha brindado imágenes únicas del Universo.

La nave partió a las 18:01 GMT y, si se cumple todo el programa de la misión, que incluye cinco jornadas de labores extravehiculares, volverá al centro Kennedy el viernes 22 de mayo.

Los planes para la reparación de algunos equipos, el mantenimiento de otros, y la instalación de instrumentos aún más potentes en el Hubble se postergaron durante meses debido a diferentes problemas técnicos.

El Hubble, colocado en órbita en 1990 durante un viaje del transbordador Discovery, ha completado ya más de 97.000 órbitas de la Tierra, y ha transmitido a la humanidad imágenes sin par de profundidades del Universo antes invisibles para los telescopios en tierra.

Ésta es la quinta y última vez que un transbordador va al encuentro del Hubble, a más de 600 kilómetros de la Tierra, para realizar labores de reparación y mantenimiento.

En 2010 Estados Unidos pondrá fin a la era de los transbordadores que comenzó en 1981 y que le puso de luto en dos ocasiones con la pérdida de dos de estas naves y la muerte de catorce tripulantes.

Esta misión del Atlantis le cuesta a la NASA 1.100 millones de dólares (unos 808 millones de euros, al cambio de hoy). La agencia espacial estadounidense y la Agencia Espacial Europea han gastado 10.000 millones de dólares (7.350 millones de euros) en el concepto, diseño, construcción y lanzamiento del Hubble.

La misión que hoy ha emprendido el Atlantis la dirige el capitán retirado de la Marina de Guerra de Estados Unidos Scott Altman, quien tiene en su haber ya tres misiones de transbordador, y le acompañan el piloto Gregory Johnson, y los especialistas de misión Michael Good, John Grunsfeld, Andrew Feustel, Megan McArthur y Mike Massimino.

Una vez que el Atlantis se aproxime al Hubble el miércoles, extenderá su brazo robótico, sujetará al telescopio y lo colocará en la bodega abierta del transbordador.

El jueves Grunsfeld y Feustel saldrán del transbordador y trabajarán durante seis horas en el Hubble, en la primera de las cinco «caminatas» programadas para esta misión, que es muy diferente de las que realizan periódicamente los transbordadores atracados en la Estación Espacial Internacional.

A diferencia de los acoplamientos con la EEI -un proyecto de 100.000 millones de dólares (73.500 millones de euros) en el cual participan 16 naciones-, los astronautas del Atlantis no estarán adosados a ninguna base de operaciones, sino que el transbordador será su único refugio en caso de problemas.

Eso significa que, si el Atlantis sufre un problema cuando estén realizando su misión en el Hubble, no podrán refugiarse en la Estación Espacial, que orbita a unos 350 kilómetros de la Tierra.

El Hubble orbita en un área donde es mayor la presencia de basura espacial -los restos arrojados al espacio en cinco décadas de exploración humana- y si el transbordador quedara encallado en el telescopio, los astronautas podrían refugiarse en el transbordador durante 25 días, antes de quedarse sin aire.

En caso de que ocurra algún accidente la NASA tiene un segundo transbordador, el Endeavour, listo en otra rampa del Centro Kennedy para partir en busca de los astronautas del Atlantis.

El Hubble ha hecho grandes descubrimientos en el pasado, entre ellos el de calcular la edad del universo -13.700 millones de años-, determinar que virtualmente todas las galaxias mayores tienen agujeros negros en su centro y el dato de que el proceso de formación de planetas es relativamente común.

El Hubble también permitió detectar por primera vez la presencia de moléculas orgánicas en la atmósfera de un planeta que orbita otra estrella que no es el Sol, y determinar que la velocidad de expansión del Universo se acelera, impulsada por una fuerza desconocida que compone más del 75 por ciento del Universo.