El vino de Rioja es el segundo más copiado del mundo por los falsificadores, después del de Burdeos

Potenciar el consumo interno, consolidar las exportaciones en Estados Unidos y la Unión Europea y buscar nuevos mercados impensables hace unos años como la India, Brasil o Rumanía son los pasos lógicos que marca el sector del vino. Sin embargo, esta milenaria actividad se enfrenta a varias amenazas, entre ellas la de las falsificaciones. De momento, las bebidas más copiadas son, por este orden, el whisky, el champán y el coñac, seguidos del vino tinto, sobre todo el burdeos y el rioja. Según datos del Centro Técnico Operativo del Vino (CTOV), las falsificaciones alcanzaron al 30% de la facturación de los vinos comunitarios en el 2008. Además, China, que es uno de los grandes importadores de vino, ha reconocido a través de su Cámara Nacional de Industria y Comercio que siete de cada diez botellas de importación vendidas en los restaurantes de sus grandes ciudades son falsificaciones.

Representantes del CTOV darán a conocer todos los datos en la V Feria Nacional del Vino (Fenavin), que se celebrará en Ciudad Real del 5 al 7 de mayo.

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