La vivienda salva la crisis por el camino de la sostenibilidad

Esther Taboada

SOCIEDAD

Innovaciones que apuestan por la eficiencia y el ahorro en los materiales protagonizan la feria de la construcción en Barcelona

27 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Dicen que las crisis potencian la creatividad. Sobrevive el ingenio. Y la última feria de Construmat, el salón de construcción más importante de España celebrado esta semana en Barcelona, lo dejó patente este año con unas propuestas innovadoras. Casas ecológicas, ahorro y eficiencia energética, aprovechamiento de aguas grises, de la lluvia o del sol fueron los conceptos que dominaron.

Los expertos y responsables políticos reunidos en la feria, entre ellos la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, coincidieron en apuntar que la alternativa para conseguir que este castigado sector continúe a flote pasa, en buena medida, por la sostenibilidad y la rehabilitación.

Siguiendo esta línea, una de las propuestas estrella del salón fue Green Box, la primera vivienda-jardín sostenible que, aparte de costar la mitad de las viviendas tradicionales, es modular, prefabricada y bioclimática, con consumo energético cero y un ciclo de vida infinito. Uno de los elementos más sorprendentes de Green Box es su cubierta inclinada y su jardín vertical, con especies vegetales autóctonas del Mediterráneo -lo que se asegura que casi no necesiten agua, solo la de la lluvia, y no precisen de tratamiento alguno-.

Lluís Gibert, el director técnico de Soprema, la empresa encargada de fabricar el jardín de esta llamativa vivienda, apuntaba que a esta feria han venido varias empresas que traen cubiertas vegetales como aislante térmico y acústico, cuando hasta ahora Soprema era la única. «Esto demuestra que la concienciación ecológica ha crecido en la gente en general, pero sobre todo entre los arquitectos», razona Gibert, y añade que el jardín se pueden ubicar tanto en una vivienda nueva como en una rehabilitada.

La rehabilitación fue otra de las apuestas del salón. Se pudieron ver propuestas que pasaban por rescatar la eficiencia energética de la vivienda. Así, algunas empresas presentaron materiales reciclables aislantes, como, por ejemplo, madera procedente de residuos de serrerías.

La crisis que vive el sector de construcción se palpó en Construmat. En su trigésimo aniversario, no solo el número de empresas participantes se redujo en casi un 50%, también se quedó en la mitad la superficie expositora, que se concentró en seis pabellones en un único recinto, el de Gran Vía. Construmat ha dejado de colapsar la ciudad y lejos quedan las aglomeraciones de ediciones pasadas, celebradas en pleno bum de la construcción. Aún así, el presidente de la feria que continúa siendo una de las principales citas europeas, Josep Miarnau, califica la del 2009 como «la mejor que se podría realizar con la actual coyuntura del sector».

«Este año solo están los más fuertes y aquellos que presentan innovaciones», señala Jaume Riba, distribuidor de Solatube. Unas de las grandes compañías presentes, Schüco, fue la única que apostó por poner publicidad externa, ya que la austeridad fue la estética general de un salón que, a diferencia de otros años, ya no pudo airear aquellos tiempos de bonanza.

Domótica de las ventanas

Hasta ahora no se había conseguido domotizar un elemento clave de la casa que permitiría un gran ahorro de energía, las ventanas. La firma Schüco presentó en exclusiva en Barcelona una ventana motorizada, totalmente integrada en la domótica de la casa; lo que permite, entre otras cosas, programar la ventilación, incluso cuando se está fuera del hogar o la oficina. Así, gracias a la energía térmica y la tecnología de recuperación del calor, a la que hay que sumar la energía solar fotovoltaica, las fachadas de las viviendas pueden pasar a convertirse en una verdadera planta que produce calor, electricidad e incluso frío. Hubo también un nutrido grupo de firmas que se centraron en el tratamiento de los residuos. Como es el caso de Hansgrohe, que propuso el sistema Pontos, por el que se reduce el consumo de agua mediante el reciclaje de aguas grises. También hubo expositores centrados en el tratamiento de residuos mediante el autocompostaje en compostadores 100% reciclados.

La ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, resumió Construmat como «una ventana abierta en un ambiente cargado de pesimismo».