La ministra Garmendia dice en el Congreso que el plan Bolonia «avanza a buen ritmo» y que se cumplirán los plazos
19 mar 2009 . Actualizado a las 09:56 h.Seis estudiantes detenidos, veinte alumnos y cinco policías heridos, uno de ellos grave, y 16 universitarios imputados por desobediencia y desórdenes es el balance de la batalla campal que se vivió ayer en las calles adyacentes a la Universidad de Barcelona, entre agentes antidisturbios de la policía catalana y universitarios de la plataforma anti-Bolonia. El enfrentamiento se produjo después de que los Mossos d'Esquadra desalojaran, a las cinco de la madrugada y por la fuerza, al medio centenar de estudiantes que permanecían encerrados desde el 20 de noviembre en el edificio central de la UB, en la plaza Universitat, como protesta contra el plan Bolonia.
Tras ser expulsados del edificio, los universitarios cortaron una calle con una sentada. Esa protesta terminó con una carga policial y con los estudiantes lanzando objetos contra las fuerzas de seguridad. Los estudiantes se distribuyeron entonces por las calles cercanas e iniciaron una marcha hacia el centro de Barcelona. Una tercera carga policial dejó varios heridos más. «Repartían de tal manera que era violencia pura y dura, yo tengo el cuerpo lleno de moratones», dijo un alumno.
El rector de la UB, Dídac Ramírez, justificó su decisión de desocupar el campus. «El acuerdo al que llegamos con los estudiantes para mantener el encierro consistía en que no hubiera violencia, pero algunos grupos han pasado la línea roja. Es más, algunos encerrados no eran ni universitarios. No he tenido más remedio». La Asociación Catalana de Universidades Públicas dijo que el desalojo se hizo «ante la imposibilidad de garantizar las mínimas condiciones de seguridad, tanto de las personas como del patrimonio». En una nota conjunta, las universidades públicas catalanas dieron su apoyo al rector y al equipo directivo de la UB por «su diálogo constante con todos los colectivos y en un marco de normalidad académica». Las universidades añaden que el encierro ha ido evolucionando hacia «la interferencia de un normal desarrollo de la actividad universitaria».
Por su parte, el Sindicat d'Estudiantes dels Països Catalans, mayoritario en los claustros catalanes, pidió la dimisión inmediata de Dídac Ramírez. El sindicato advirtió que «la violencia policial» contra los estudiantes no logrará paralizar su lucha «en defensa de una universidad pública y de calidad». La Coordinadora de Asambleas de Estudiantes comparó la actuación de los Mossos con la represión que sufrían los universitarios durante la transición.
Interpelación del PP
En respuesta a una interpelación del Grupo Popular sobre la adaptación del sistema universitario al espacio europeo de educación superior, la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, dijo ayer en el Congreso que el proceso «avanza a buen ritmo». «Vamos a cumplir en plazo nuestros compromisos», aseguró.