La tripulación de la ISS, a salvo tras la amenaza de choque con una nube de escombros espaciales

EFE

SOCIEDAD

Los astronautas debieron refugiarse en la cápsula de emergencia Soyuz.

13 mar 2009 . Actualizado a las 09:36 h.

La tripulación de la Estación Espacial Internacional (ISS) debió refugiarse este jueves en la cápsula de emergencia Soyuz por una amenaza de colisión contra una nube de escombros, en un inusual episodio que puso de relieve el peligro de la creciente basura espacial.

«La amenaza a la Estación Espacial Internacional a causa de los escombros ya ha pasado», indicó la agencia espacial estadounidense en un comunicado.

La alarma se desató cuando los tres tripulantes vieron que era demasiado tarde para tomar una acción evasiva de la nube de escombros que exponía a la ISS al riesgo de una colisión potencialmente catastrófica.

Lo que a la NASA parecía preocuparle más era un trozo de motor de un satélite. Laura Rochon, portavoz de la NASA en el Centro Espacial Kennedy en Florida (sudeste de EEUU), había dicho que, no obstante, el riesgo de colisión era «muy bajo».

«La pieza en sí mide menos de un centímetro y está a cerca de 4,5 km», dijo.

Pero el comandante de misión Mike Fincke, el primer ingeniero de vuelo Yuri Lonchakov y el segundo ingeniero de vuelo Sandy Magnus se refugiaron en el Soyuz y cerraron sus escotillas. Fincke y Magnus son estadounidenses y Lonchakov es ruso.

La NASA había indicado que esta medida era una precaución en caso de que la tripulación necesitara desacoplarse de la estación espacial.

La señal de que había pasado el peligro sonó a las 16.45 GMT, cerca de 10 minutos después de que la tripulación entrara a la cápsula, informó la agencia.

El comando estratégico estadounidense notificó a la NASA sobre el recorrido del trozo de basura espacial en la noche del miércoles, pero la agencia espacial indicó que era demasiado tarde para que los controladores de vuelo coordinaran una maniobra «de evasión de escombros».

La NASA prevé lanzar el transbordador 'Discovery' el domingo o el martes hacia la ISS, transportando un último par de antenas solares con cuya instalación se completará la instalación eléctrica de la estación orbital.

El centro conjunto de operaciones espaciales de Estados Unidos rastrea cerca de 18.000 objetos que están en órbita y vigila cuidadosamente aquellos que pueden volar en la ruta de la ISS o de vuelos tripulados.

Los expertos estiman que hay más de 300.000 objetos orbitales que miden entre 1 y 10 cm de diámetro y miles de millones de piezas más pequeñas.

Un impacto de estos pequeños objetos, que orbitan a velocidades de miles de kilómetros por hora, representan riesgos que podrían ser catastróficos para la nave.

El mes pasado, un satélite ruso en desuso colisionó con un satélite de comunicaciones privado Iridium, lo que generó más escombros que actualmente orbitan a 436 kilómetros por encima de la ISS.