«La prensa impresa se convertirá en un medio orientado a las élites»

Erik Dobaño

SOCIEDAD

Salaverría advierte que, pese a resistencias e inercias en los medios tradicionales, Internet acabará ocupando el centro del negocio de las empresas de comunicación

08 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Lo que Ramón Salaverría denomina «la tormenta perfecta» es un fenómeno que se está produciendo en el negocio de las empresas periodísticas, azotadas por la crisis, pero que tiene causas específicas. Aumentan los costes de producción, caen los ingresos por publicidad y crece la competencia. «El mercado de la información está cada vez más poblado y los límites geográficos de la competencia, antes tan bien definidos, se han roto, los ha roto Internet». Salaverría, profesor de periodismo y experto en gestión de empresas de comunicación, ofreció esta semana una conferencia en el Museo de La Voz. «La reconversión industrial de la empresa periodística es inminente», dijo. Y advirtió que muchas empresas han lanzado proyectos de convergencia («la palabra de moda») de sus medios de prensa, radio, televisión e Internet que no tienen como objetivo la integración de sus negocios, «sino que son una coartada para los despidos». Internet, pronostica Salaverría, terminará siendo el centro del negocio, con los periódicos y las televisiones, también las radios, en papeles secundarios. Eso no ha sucedido todavía.

-¿Qué cosas ha cambiado Internet en el negocio de la información?

-Ha cambiado la barrera económica de acceso. Hasta ahora, la inversión tecnológica para difundir contenidos (en prensa, radio o televisión) no estaba al alcance de cualquiera. Hoy, con el 1% de la inversión necesaria para poner en marcha un periódico se puede disponer de una publicación digital solvente. Y se multiplican los competidores.

-Pero las empresas periodísticas tradicionales siguen estando en ventaja a la hora de hacer negocio en Internet.

-La ventaja de las empresas periodísticas frente a sus nuevos competidores es que han conseguido trasladar a Internet, a sus páginas de Internet, la credibilidad y el reconocimiento público que han atesorado durante décadas. Ahora están empezando a emerger empresas en Internet que no tienen una matriz en ninguna empresa tradicional y que pueden ganar su espacio, porque el volumen de usuarios de la Red permite la subsistencia de muchos medios. Los periódicos tradicionales no deberían dormirse.

-¿Qué aportaciones ha hecho Internet a los medios convencionales?

-Internet es un termómetro social absolutamente preciso. Los medios saben, gracias a la Red, cuáles son en cada momento los intereses específicos de su público. Qué cosas se leen, qué tipo de información se consume por la mañana, por la tarde, por la noche... Internet proporciona una idea detallada de cómo son sus audiencias. Los usuarios de Internet no están fuera del mundo, son los usuarios más intensivos de otro tipo de medios de información.

-¿A qué medio ha afectado más?

-Durante sus primeros diez años de evolución de Internet, digamos entre el 95 y el 2005, el impacto fundamental lo recibieron los medios impresos. La Red era eminentemente textual. Pero desde hace pocos años han empezado a desarrollarse las posibilidades de difundir contenidos audiovisuales. A medida que la tecnología de transmisión de vídeo mejore, el impacto lo experimentará la televisión, lo está experimentando ya. Internet permitirá pronto ver contenidos con la misma calidad, y ofrecerá mayor variedad, posibilidad de decidir el momento de consumirlos, saltarse los intervalos publicitarios... Los más jóvenes ya no consumen tanta televisión o la consumen a través de Internet.

-¿Qué espacio ocupará en el futuro la prensa impresa?

-La prensa impresa se convertirá en un medio de nicho, orientado a determinados sectores sociales, a las élites. A quienes buscan una información destilada, reflexionada, con apuntes sobre lo que pasa y lo que puede pasar. En fin, un periodismo de primera calidad. No digo que Internet no pueda ofrecer lo mismo, pero está mejor preparada para información de última hora o para generar productos con un impacto fuera del alcance de la prensa. Pero si alguna baza tiene la prensa impresa es la del análisis, la del juicio reposado.

-La prensa vive su propia crisis, pero ¿cómo lleva la crisis general?, ¿cuántos periódicos van a cerrar?

-Si miramos el termómetro de lo que está pasando en Estados Unidos, diré que van a desaparecer periódicos, y no pocos. Aquí ya han cerrado algunos diarios gratuitos. Con la crisis económica veremos desaparecer otras cabeceras que no son líderes en sus mercados. Mi impresión es que quienes mejor resistirán la crisis son aquellos periódicos líderes en sus respectivos mercados.