La ciencia se aprovecha de la crisis en Estados Unidos

Victoria Toro

SOCIEDAD

19 feb 2009 . Actualizado a las 17:25 h.

La revista científica más importante del mundo, Nature, publica en el número de esta semana un artículo en el que invita a los científicos a aprovechar la crisis. Una serie de expertos plantean que debe utilizarse este momento para afianzar la investigación científica. Pero no todos los investigadores tienen un punto de vista tan optimista. En Estados Unidos, el mundo de la investigación ha observado temblando lo que ocurría en el sector financiero.

La ciencia estadounidense se financia en una gran parte con fondos privados. Ese dinero proviene de fundaciones. Y estas fundaciones tienen sus capitales invertidos en bolsa y el beneficio que obtienen como rendimiento es el que utilizan para sus actividades filantrópicas. ¿Qué pasa cuando los beneficios no llegan? Muy sencillo, se acabó la filantropía. Hace solo unas semanas, Beverly Mitchell, investigadora del cáncer en la Universidad de Stanford, decía: «En este momento, solo una de cada seis solicitudes para investigación biomédica consigue fondos. Si ese número cae a una de cada 15, nadie presentará proyectos».

Energía y biomedicina

Pero desde el pasado martes las cosas han cambiado en Estados Unidos. El martes el presidente Obama firmó su plan de estímulo de la economía. Y este plan destina una buena cantidad de dinero para la investigación. Obama ha repetido incansablemente desde la campaña electoral que la única salida a la recesión era introducir cambios en la estructura económica del país. Y ha explicado que esos cambios deben ser una apuesta mayor por la investigación científica y tecnológica, desde la básica hasta la aplicada. Los campos en los que la nueva Administración ha mostrado más interés son los de las fuentes energéticas sostenibles y la biomedicina. La apuesta por la ciencia parece decidida.

Miles de millones

Solo hay que echar un vistazo a la distribución de los fondos del plan de estímulo para verlo. Los Institutos Nacionales de salud recibirán 7.400 millones de dólares (5.900 millones de euros) del plan. La Fundación Nacional de las Ciencias tendrá 3.000 millones. Y el departamento de energía, 1.600 millones. El ministerio de Steven Chu, secretario de Energía, se ha hecho con 40.000 millones de dólares. Por ejemplo, los trabajos para estudiar los combustibles fósiles, que el año pasado obtuvieron 750 millones de dólares, este año reciben 3.400 millones.

En el artículo de Nature, Eric Rauchway, de la Universidad de California, defiende que este momento de crisis es bueno para que los científicos hablen y sean escuchados. Parece que Obama lo ha hecho.

También en España, la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, ha declarado que «una de las recetas para salir de la crisis es apostar por la ciencia y la innovación. No como una opción, sino como una necesidad». Claro que el gasto en estas áreas del presupuesto español no llega al 1,3% del PIB, mientras que Estados Unidos está por encima del 2,6% de su PIB.