Cristina Garmendia: «El proceso de Bolonia es irreversible»

Efe

SOCIEDAD

La ministra de Ciencia e Innovación cree en la acoplación «a un sistema europeo más coordinado y dinámico».

09 feb 2009 . Actualizado a las 18:26 h.

La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, ha dicho hoy en el Senado que el proceso de Bolonia «es irreversible» y ha destacado la necesidad de un amplio consenso en el proceso de convergencia del sistema universitario español al Espacio Europeo de Educación Superior.

La ministra ha explicado hoy en su comparecencia en el Senado que esto no significa que no estén abiertos a «revisar aquellos procedimientos y condiciones que pudieran representar un obstáculo o algún tipo de desajuste», con el compromiso de «garantizar una transición hacia la nueva ordenación académica».

Esta ordenación no es el objetivo final de Bolonia, éste trasciende a los planes de estudios, es parte de un proceso que se desarrollará más allá del curso 2010 «es la transformación para acoplarse a un sistema europeo mas coordinado y dinámico», ha añadido.

Para la ministra sería «una irresponsabilidad caer en la tentación de sembrar dudas» sobre una decisión que se tomó libremente en 1999.

Garmendia ha dicho que el proceso de convergencia estará a tiempo para el curso 2010 y ha considerado «alarmista» pensar que «vamos a tener un problema» y ha reconocido el «gran esfuerzo» de todas las universidades españolas que pondrán a disposición del alumnado 809 nuevos títulos.

«La universidad española necesita cambios, retos que posicionará a nuestro sistema universitario entre los mejores del mundo, la calidad de la formación universitaria incide en el potencial de nuestro crecimiento económico, una universidad de calidad significa más y mejor empleo y mayor bien estar social», ha añadido.

Gran ocasión

La titular de Ciencia e Innovación ha señalado que es preciso aprovechar esta ocasión para que el país esté en condiciones de aprovechar los retos sociales y económicos futuros, y ha reconocido que «no es sencillo», significa nuevas exigencias para el sistema universitario español, mayor calidad docente, y mejoras infraestructuras, para que «ningún ciudadano pueda ser excluido de la enseñanza universitaria por motivos socio económicos».

El senador del Grupo Popular, Antonio Alarcó, portavoz en la comisión de Ciencia e innovación, ha pedido que se haga todo tipo de esfuerzo por aumentar el nivel de información de la comunidad universitaria, para que el desconocimiento «desaparezca».

La convergencia es un proceso a construir entre todos y debe ser transparente, «si la sensación del alumnado es que la universidad se mercantiliza algo haremos mal», ha añadido el senador popular.

Coincidió con la ministra en que el proceso de Bolonia es irreversible, y en que «la mejor receta para la crisis es la innovación, no es inoportuno, sino muy oportuno, Bolonia».

Inquietud

El senador Adolfo Abejón, portavoz de Educación del grupo popular en el Senado, ha trasmitido la inquietud que hay en las universidades, «nos preocupan las protestas» y el gobierno han conseguido que todos estén en contra.

Abejón ha expresado la preocupación de su grupo de que con Bolonia «se transforme» el mapa de titulaciones no demandada por la sociedad, y ha dicho que en Bolonia no existe uniformismo, ni la misma duración en todas las titulaciones, «no exige las reglas rígidas que impone el gobierno».

La senadora Rosa Nuria Aleixandre del Grupo Convergencia i Unió ha criticado la falta de un programa, «de aquí nacen los problemas, la falta de información, la manipulación de la misma», y ha expresado su temor de «llegar tarde y llegar mal».

Cristina Garmendia ha trasmitido un mensaje de pacto por la nueva universidad del futuro, como se ha conseguido un pacto por la ciencia, por la necesidad que tiene el país en priorizar la ciencia en la construcción del futuro.

Ha reconocido la responsable de Universidades que los canales de información son fundamentales y ha dicho que aunque se ha informado en qué consiste Bolonia «no ha sido suficiente» y animó a insistir en la labor pedagógica en el ámbito parlamentario y un apoyo unánime en el papel que tiene que jugar la universidad.