«La creatividad es un valor en baja y hoy se impone el cocinero gestor sobre el creativo, sobre el artista»

A. P.

SOCIEDAD

21 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El responsable de Madrid Fusión analiza la nueva edición del certamen y los nubarrones que oscurecen su futuro.

-¿Qué aporta esta edición?

-Debates, un nuevo estilo, una nueva manera de hacer, dando participación al congresista de una manera más activa que antes y haciéndole intervenir. Les quitamos voz a los cocineros para dársela a los congresistas.

-¿Pero el debate entre Adrià y Santamaría no se ha vivido al no invitar al segundo?

-Santamaría no tiene nada que decir en este debate, porque él habla de otra cosa. Aquí se está hablando en un nivel que Santamaría no entiende. Y no me pregunte más por Santamaría porque dejamos de hablar.

-¿La crisis económica afecta a este certamen?

-Ha cambiado el contenido, porque hemos dado modelos de negocios en tiempos de crisis. Ya hemos hablado de alta cocina pobre y vamos a hablar de cómo afrontar la crisis con fórmulas inteligentes. En este aspecto afecta muchísimo, porque la alta cocina, la de vanguardia, está en crisis. La creatividad es un valor en baja y hoy se impone el cocinero gestor sobre el creativo, sobre el artista.

-¿Qué hacen para que las novedades lleguen al ciudadano?

-Hemos bajado el nivel, intentando que la cocina sea más próxima. Hay dos grandes corrientes que van a marcar el futuro: la informalidad gastronómica, lo que los anglosajones llaman casual, y el naturalismo, el respeto por la naturaleza.

-¿Cómo se compaginan el respeto al medio ambiente y la alta cocina?

-De muchas maneras. Aquí ya se han visto cocineros que tienen huerta propia, con materias primas exclusivas.

-¿Madrid Fusión estará entre los congresos del futuro?

-No lo sabemos. Ni siquiera si se va a hacer la próxima edición. Este año hemos conseguido sacarlo adelante. Pero si el país sigue empeorando su situación económica no podremos organizar el certamen.

-¿Por dónde van las nuevas fórmulas de negocio?

-El desenfado y los precios económicos. La fórmula de la tapa.