La OMS alerta de que en Zimbabue hay casi 30.000 casos de cólera, que ya ha matado a más de 1.500 personas

Agencias

SOCIEDAD

30 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El número de víctimas del cólera en Zimbabue se acerca rápidamente a la barrera de los 30.000 casos y se teme que se doble esta cifra, según confirmó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El origen de esta crisis sanitaria está en la contaminación de las fuentes de agua y en el deterioro de los sistemas de canalización, que tienen como telón de fondo el colapso total de los servicios básicos en Zimbabue.

La agencia de las Naciones Unidas precisó que los casos contabilizados suman 29.131, de los que 1.546 son personas fallecidas desde el pasado agosto, cuando estalló la epidemia. Las cifras eran de 26.497 y 1.518, respectivamente, el viernes pasado. En algunos momentos de la epidemia se han detectado contagios de hasta 1.600 personas en un solo día.

Harare, la capital de un país que tiene la mayor tasa de inflación del mundo (el 231.000.000%), se mantiene como la zona más afectada, con 330 muertos y casi 10.000 infectados.

La mortalidad se dispara

Las oenegés han señalado que se preparan para el agravamiento de esta epidemia que podría provocar hasta 60.000 casos de cólera, de acuerdo con el escenario más pesimista trazado por los expertos de la OMS y que cada vez resulta más creíble.

La epidemia está presente en todo el país, con un nivel de mortalidad del 5,7%, mientras que en las zonas rurales ha alcanzado hasta el 50%. Los estándares internacionales indican que en epidemias de este tipo la mortalidad no debería ser mayor al 1%, según indicó la OMS.

La situación en Zimbabue es de tal calado que las oenegés temen que se extienda a toda la región, y llegue a países tan débiles como Mozambique, Botsuana y Zambia. Sudáfrica, otra de las fronteras de Zimbabue, ha mandado refuerzos a la zona para evitar el salto de la enfermedad a su país.

En Zimbabue los brotes de cólera son habituales, pero nunca en grandes proporciones. La última epidemia importante se registró en 1992 y no llegó a los niveles actuales.

Tras la crisis sanitaria de Zimbabue se esconde un profundo problema político y económico, que ha llevado al ministro de Información, Sikhanyiso Ndlovu, a acusar a los británicos de promover una «guerra bacteriológica» para justificar una invasión militar. Como se recordará, el Gobierno de Mugabe confisca tierras y expulsa a miles de colonos blancos.