Cabrera dice ahora que cualquier símbolo religioso que «agreda» debe ser «quitado de en medio»

Colpisa

SOCIEDAD

26 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, se declaró ayer partidaria de eliminar los símbolos religiosos, sean crucifijos o cualquier otro, de los edificios públicos, y los colegios, puntualizó, son lugares públicos «por excelencia». Recordó que la Constitución establece que España es «un Estado aconfesional» y si en los establecimientos que dependen de la Administración hay algún símbolo que puede «agredir» la sensibilidad de alguien «debe ser quitado de en medio».

Cabrera matizó así sus declaraciones del día anterior, cuando dejó en manos de los colegios la decisión de retirar crucifijos de las aulas. La Confederación Española de Centros de Enseñanza, que agrupa a los centros privados, apreció «cierta incoherencia» en las opiniones de la ministra.

Mucho menos explícito se mostró el presidente del Gobierno. «No tengo más que respetar lo que dice la sentencia», se limitó a decir José Luis Rodríguez Zapatero, en referencia al fallo que obliga a la retirada de símbolos religiosos en un centro de enseñanza pública de Valladolid.