O Grove se convierte en capital del marisco de Galicia

SOCIEDAD

06 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

O Grove renueva estos días sus votos con el marisco. Desde el pasado viernes, y hasta el próximo día 12, la localidad que cierra por el sur la ría de Arousa vivirá volcada sobre la zona de O Corgo, donde están instaladas las carpas de una de las fiestas gastronómicas con más historia de toda Galicia. Ayer, pese al viento frío y a la constante amenaza de lluvia, miles de personas se dieron el gusto de saborear los mejores productos del mar gallego. Y es que O Grove hace una oferta irresistible: la de la mariscada a buen precio.

La sombra de la crisis había hecho prever que la de este año sería una edición sin brillo. Pero los primeros datos parecen desmentir esos negros augurios. Ayer, hasta las siete de la tarde, se habían vendido ya 12.000 raciones. Y aún quedaba toda la noche por delante. El sábado, durante toda la jornada, se sirvieron más de 19.000 platos. Y el viernes, cuando las carpas abrieron a las siete de la tarde, los fogones tuvieron que trabajar a pleno rendimiento para servir los primeros 6.000 encargos.

Los números cantan: el primer fin de semana de celebración ha sido superado «cunha nota alta», en palabras del concejal de Seguridade Cidadá Alfredo Bea. Pero aún quedan muchos días para saborear el marisco: desde los mejillones cultivados en las bateas de Amegrove, hasta las almejas laboriosamente extraídas de las playas por las mariscadoras de la cofradía San Martiño. Pulpo, arroz trufado con todo tipo de carnes marinas, camarones y un largo etcétera componen un menú en el que tampoco faltan el sonido de las gaitas, y atractivas exposiciones sobre la cultura marítima.

Por ese Grove en fiestas se pasearon ayer miles de personas anónimas. Familias enteras que canturreaban «ya vienen las nécoras, ya vienen las nécoras» mientras hacían cola, matrimonios ya entrados en años cargados con tapas de buen pulpo, y niños que engullían el arroz de mariscos con evidente placer. Entre tantas caras también asomó ayer la de la conselleira de Pesca, Carmen Gallego, que no quiso perderse un encuentro que se ha convertido en un «escaparate da calidade dos produtos do mar galego». Y un resplandor de oro, el del olímpico Carlos Pérez Perucho, que entre bocado y bocado se dejó fotografiar con sus numerosos admiradores.