El actor viajó a O Valadouro para dar los premios de un concurso de dominó
18 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Actor, cómico, entrevistador... Quique San Francisco se vino este puente a Galicia a entregar los trofeos del maratón de dominó que organiza su amigo Ricardo Pardeiro en Ferreira do Valadouro.
-Vaya paliza... ¿Ha venido solo por tres días?
-Vine por tres días y además iré a Chantada. Tengo allí un amigo con una casa muy bonita en el campo y me reparto entre Ricardo y Mario [llega la camarera a pedirle que apague el cigarro. Lo hace]. ¡Hay una falta de libertad para hacer lo que quieras que es la leche!
-Es muy bien mandado, le creía más contestatario.
-No, hombre, soy una persona que procura ser bastante tolerante con todo.
-Y muy seria en el trabajo.
-Sí, en el trabajo sí, es en lo único en que yo creo que soy serio. En lo demás he sido siempre un desastre.
-En persona no da esa imagen de bromista que ofrece en la tele.
-En la televisión es diferente. Cuando te ven trabajar tienes un aire que no corresponde con la realidad. Creo que sin sentido del humor no se puede vivir, me gusta ese que pertenece a la realidad.
-Los gallegos tenemos un humor irónico.
-A mí ese me gusta mucho. Cuando entrevistaba a los políticos en La Noche con Fuentes, todo lo que decía tenía una gran carga de sentido del humor. Con él tú puedes hacerle a un político la jugarreta de decir, por ejemplo, «no me diga usted que usted va a ser capaz de hacer eso». Y entonces él, aparte de tener que reconocer que lo está haciendo, se tiene que reír, con lo cual le pones en el brete. A mí es que los políticos son una clase que no me entusiasma.
-¿Será por méritos, no?
-Sí, sí, efectivamente.
-Pues está esto chungo, a tono para hacer crítica política.
-Sí. Estamos pasando por la dictadura de la mayoría. Nos están metiendo en una trampa mortal con una disculpa aparente de libertad; me parece terrible.
-Trabajó con los mejores directores de cine, se le ve mucho en la tele...
-Sin embargo, lo que estoy haciendo ahora es teatro; he estado dos años haciendo Misterioso asesinato en Manhattan , de Woody Allen. Yo nací en el teatro, afortunadamente, y mi maestro es Fernán Gómez, que fue quien me enseñó desde los 17 años. Creo que es el único actor realmente culto que ha habido en este país, y con diferencia... Y he tenido la suerte de trabajar con los mejores.
-Y está aquí porque se lo pidió un amigo...
-Pero a mí esto me gusta mucho. Me han llamado para ir a un festival en Mallorca donde van todos los actores y no he ido, no me apetece. Me interesa la gente que no tiene nada que ver con mi trabajo.
-¿Qué hace todos los días?
-¿En Madrid? Trabajar. Y ahora que estoy de vacaciones, cuidar de mi padre, que no está muy bien de salud el hombre, y sacar al perro. Y luego, estar con mujeres todo el tiempo que puedo, que es lo que más me gusta.
-Pues hoy, con los del dominó, lo tiene difícil.
-Pues sí, hoy lo tengo complicado, y mañana... no sé. Aguantaremos el tirón.
-¿Qué hará estos días?
-Pues estar en Galicia.
-Viene abrigadito...
-Pues sí, porque soy friolero; como soy muy delgado aguanto poco, pero me encanta, estoy acostumbrado. Viví mucho tiempo en Comillas, en Santander, y ahí llueve... Te puedes tirar a veces un mes lloviendo, esa lluvia que es el sirimiri, que cala que es la leche. Cae así como polvillo, pero es constante.
-Como aquí, pero se ve que viene preparado.
-Vengo preparadísimo. Tengo ahí la trenca, el impermeable y, si hace falta, me compro las katiuskas, las que llevábamos de pequeños allí en Comillas. Llevábamos los zapatos Gorila , que eran horrorosos porque calaban y se te congelaban los pies, y luego pasamos ya a las katiuskas, que eran de plástico.