La Festa do Pulpo de O Carballiño hermana Galicia con Andalucía

C. Paradela

SOCIEDAD

La romería más antigua y multitudinaria de la comunidad gallega estuvo dedicada al pueblo andaluz

11 ago 2008 . Actualizado a las 18:09 h.

La gran distancia kilométrica que separa la villa ourensana de O Carballiño de Andalucía quedó ayer estrechamente reducida gracias a la celebración de la Festa do Pulpo, la romería más antigua y multitudinaria de Galicia, que en esta edición, la número 46, se dedicó a Andalucía, una comunidad con muchos vínculos de unión con el pueblo gallego, como la emigración, como señal de identidad, y su interés por las romerías.

La presencia andaluza se hizo notar en la mayoría de las camisetas que los grupos de la villa diseñaron para dar a conocer y disfrutar del festejo, en un puesto habilitado por la Junta de Andalucía para la promoción de sus productos más conocidos y en la actuación de la bailaora flamenca Ángeles Gabaldón, por la tarde en el parque, junto al homenaje rendido por la escuela de danza municipal con una exhibición de baile de sevillanas.

El parque municipal, el verdadero pulmón verde de la villa carballiñesa con más de cuarenta hectáreas de terreno, volvió a ser el escenario por excelencia de una exaltación gastronómica que reunió a unas 70.000 personas, encabezadas por el presidente de la Xunta, Pérez Touriño, la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, y la presidenta del Parlamento de Galicia, Dolores Villarino. Había unos cuatrocientos puestos ambulantes, cerca de setenta pulpeiras, contabilizadas las repartidas por el casco urbano, y unas 35 toneladas de pulpo, que se consumieron en la jornada de ayer y que permitieron a O Carballiño convertirse en la capital de Galicia durante unas horas, en las que, además, el pulpo volvió a ser reclamo para emigrantes que se decantan por este festejo como lugar de reunión anual.

Son muchos además los centros gallegos repartidos por el mundo que eligen el segundo domingo de agosto para exaltar al cefalópodo, caso del Centro Gallego de Buenos Aires, que suele reunir a unos 500 comensales.

El amplio dispositivo de seguridad puesto en marcha, con 130 agentes y un hospital de campaña con helicóptero, cumplió su propósito ya que no se registraron incidencias destacables en una jornada en la que hasta la meteorología se alió con la villa para que el resultado fuese el más satisfactorio posible para todos los asistentes a un acontecimiento gastronómico en el que el pulpo á feira, como no podía ser menos, la empanada, la carne ó caldeiro y la queimada fueron los protagonistas.