Con «índices de cariño» que rondan el 70%-90%, la casi idílica relación de los nietos con los padres de sus padres avala la sugerencia de Mensajeros de la Paz de institucionalizar el Día de los Abuelos que esa asociación organizó ayer por décimo año consecutivo. Tras la encuesta del 2007 a los protagonistas de la celebración, en la que el 90% se declararon encantado de su papel de cuidanietos, ahora les toca a estos el turno de pronunciarse sobre sus mayores. Y su voz no desafina: cuando viven con ellos, al 73% les gusta; cuando no, al 73% les gustaría.
La respuesta tiene su lógica, porque aún son más (81%) quienes confiesan que les gusta estar con sus abuelas y abuelos. Aunque no faltan matices para relativizar un poco ese paraíso de la abuelidad. Matices relacionados con un perfil vital de las nuevas generaciones que por momentos deja vislumbrar una sociedad bastante utilitaria e infancias demasiado consentidas. Así sucede cuando las nietas y nietos señalan lo que menos les gusta de sus abuelos es que les «regañas o se enfadan» (45%), o que los «controlan demasiado» (22%). Este doble disgusto aumenta con la edad, hasta llegar al 52% y 24% en el grupo de 14-17 años. También es cierto que aprecian cosas en sus mayores, empezando por el cariño (27%); y siguiendo por el cuidado y también la compañía (18%).