Mario Vargas Llosa, Albert Boadella y Fernando Savater, entre una veintena de intelectuales, han firmado un manifiesto para promover el castellano como lengua común en España.
El Manifiesto por una lengua común
reivindica la importancia del castellano como idioma habitual para el «juego político» de la democracia y su posición asimétrica respecto al resto de las lenguas oficiales, al ser la «universalmente oficial» de todo el Estado.
En la presentación del manifiesto, el escritor Fernando Savater señaló que los firmantes solicitan al Parlamento las modificaciones o esclarecimientos de la Constitución y de los Estatutos de autonomía para garantizar «en todos los campos y en todo el territorio nacional» los derechos de quienes opten por el castellano.
Aseguró que son los ciudadanos quienes tienen derechos lingüísticos, no los territorios o las propias lenguas, y reconoció que las autoridades regionales quieren que sus ciudadanos conozcan la lengua cooficial, lo que no justifica decretar la lengua autonómica como «vehículo exclusivo ni primordial de educación o de relaciones con la administración pública».
En el manifiesto piden que el Parlamento elabore una normativa, aunque exija modificaciones constitucionales o de los Estatutos, para fijar que el castellano sea la lengua oficial de todo el territorio. Debe reconocer a todos el derecho a ser educados en esa lengua, sin que la otra sea la vehicular exclusiva, y la no obligatoriedad de los funcionarios a conocer la otra lengua en sus relaciones con los ciudadanos. Además, la rotulación de los edificios oficiales y las vías públicas podrá ser bilingüe, pero nunca obligada en la lengua autonómica.
Gloria Lago, presidenta de Galicia Bilingüe, suscribe el manifiesto «casi al cien por cien» y asegura que «recoge fielmente» las propuestas de la asociación que preside.