¿Qué es un carcinoma basocelular?

La Voz

SOCIEDAD

Es el cáncer cutáneo más frecuente y solo presenta metástasis de forma excepcional, no como el melanoma, que es mucho más agresivo

10 abr 2019 . Actualizado a las 16:15 h.

El carcinoma basocelular es el cáncer cutáneo más frecuente y su incidencia aumenta con la edad, ya que el 80 % de los pacientes son mayores de 50 años. Presenta una mayor prevalencia en el hombre que en la mujer. Pese a tratarse de un tumor maligno, metastatiza de forma excepcional. Se origina en las células basales de la epidermis.

Localización

Su localización más frecuente es en la cara y, en general, en aquellas zonas más expuestas al sol, como orejas, nariz, cuello y hombros.

Forma

La apariencia más común es en forma de pequeñas protuberancias en forma de bóveda de color blanco. También en forma abultada de color rosado con borde redondeado y ligeramente elevado. También puede manifestarse como una mancha rojiza o una zona irritada, frecuentemente en el pecho y en los hombros.

Evolución

El grano crece durante años sin producir dolor, aunque al evolucionar puede ulcerarse en el centro de la lesión. En algunos casos esta ulceración se produce de manera precoz.

Factor de riesgo

La exposición solar crónica acumulada en años.

Tratamiento

La curación es prácticamente absoluta. Se puede extirpar quirúrgicamente, eliminar con nitrógeno líquido, con láser o con radioterapia.

La gran mayoría de los melanomas son curables con un diagnóstico precoz

El melanoma es muy distinto al carcinoma. Hoy por hoy, no existe ninguna alternativa terapéutica. Si un paciente llega al hospital con un melanoma tardío que se ha extendido por debajo de la piel (metastizado) ya no hay nada que hacer. Su esperanza de vida apenas llega al año. «Es una tumoración extraordinariamente agresiva», confirma Eduardo Fonseca, responsable de Dermatología del Complejo Hospitalario Universitario Juan Canalejo de A Coruña. Es el cáncer de piel que más asusta, ya que en fase avanzada no hay vuelta atrás, pero sí existe una esperanza: el diagnóstico precoz.

«El mejor tratamiento es el diagnóstico precoz», asegura Hugo Veiga, jefe de Dermatología del Hospital Clínico Universitario de Santiago. ¿Cuáles son las posibilidades de curación si el tumor se localiza a tiempo? Prácticamente todas. Con una intervención poco agresiva, las posibilidades de supervivencia son prácticamente absolutas. «En lesiones poco evolucionadas, la esperanza de vida es muy alta, de más del 90%», explica Eduardo Fonseca, quien también matiza que las posibilidades de supervivencia se rebajan dependiendo del grosor de la lesión. «Si un melanoma es de espesor grueso -añade el experto-, aunque esté limitado a la piel, la mortalidad mínima es del 20%».

En esta línea abunda José Miguel Gómez, responsable de Dermatología en el hospital Cristal Piñor, de Ourense. «Es muy importante el grosor de la lesión -indica-, ya que por debajo de un milímetro el pronóstico es bueno, si la lesión es de uno a tres milímetros, es intermedio, y si es superior a los tres milímetros, es malo».

Chequeos regulares

A la prevención ayudan los chequeos regulares y las campañas que se organizan de forma periódica, como la del Euromelanoma, que se celebra hoy mismo y en la que los dermatólogos consultan de forma gratuita a aquellos pacientes que han pedido cita previa por Internet. Pero, ¿cuándo hay que preocuparse o levantar la sospecha? «Ante una lesión pigmentaria nueva o que se modifique de forma llamativa», responde el dermatólogo Eduardo Fonseca.

Un melanoma es un cáncer de piel que se desarrolla a partir de los melanocitos (las células responsables de la pigmentación) de la piel. Surge espontáneamente o sobre un lunar que se modifica y cuyo color va del marrón claro al negro. Los médicos suelen aconsejar una premisa: consultar cualquier lunar que surja o que cambie bruscamente. Este tipo de tumor está asociado a una quemadura solar en la infancia o adolescencia, por lo que los especialistas también insisten en la necesidad de protegerse convenientemente de la radiación ultravioleta en esta época de la vida.

El melanoma, aunque el más mortífero, no es el tumor de piel más frecuente. Lo es el carcinoma basocelular, que supone en torno al 65% de este tipo de cánceres. El porcentaje de curación es prácticamente absoluto y, en muchos casos, sin necesidad de someterse a una intervención quirúrgica.

La segunda lesión cutánea en importancia numérica es el carcinoma espinocelular o epidermoide, que afecta a un 30 % de los pacientes. Es más agresivo que el anterior, pero se cura en casi el 95 % de los casos.