Insertan por primera vez células madre en un corazón debilitado por un infarto

Colpisa

SOCIEDAD

18 abr 2008 . Actualizado a las 10:13 h.

Un equipo de médicos de Miami insertó células madre en el corazón de un hombre que había sufrido un infarto, con el fin de fortalecerlo, un primer caso mundial que podría significar un avance revolucionario en medicina y evitar transplantes de ese órgano.

La operación, que se logró tras cinco años de estudio en animales, fue realizada el lunes en el Hospital Jackson Memorial de Miami a un cubano de 56 años quien -junto a un grupo de otros 44 pacientes- será sometido en los próximos meses a una serie de controles que mostrarán la evolución del corazón.

«Se trata del primer intento de reparar tejido dañado en el corazón de un paciente con células madre extraídas de células óseas de la propia persona», explicó Joshua M. Hare, médico cardiólogo, jefe de la División Cardiovascular de la Universidad de Miami (UM).

«Somos muy, muy optimistas en este asunto», dijo Hare, y destacó que se trata de una asunto de enorme trascendencia para la medicina por ser «un enorme problema de salud pública en todo el mundo». A causa de los infartos, «millones de personas tienen tejidos dañados en su corazón», recordó.

Las pruebas y exámenes previstos en 45 pacientes --a quienes por grupos de 15 se le inyectarán mayor o menor cantidad de células, o placebos-- se prevé que tengan una resultado definitivo para mediados de 2009.

«El éxito permitiría de inmediato evitar transplantes de corazón, un órgano que sólo 5% de los pacientes que necesitan un transplante lo consiguen», agregó Hare.

Juan Zambrano, cardiólogo ecuatoriano y profesor en medicina cardiológica intervencional de la UM también participó de la operación y no ocultó su confianza.

«Somos bien optimistas que va a funcionar. Hemos visto cómo se desarrolla este proceso en animales, con un sistema muy similar al humano. Las células madres se integran a otras células del corazón y podemos seguirlas e identificarlas para ver como funcionan», dijo.

El proceso

Zambrano explicó que las células que se insertan en un corazón infartado son «células madres mesenquimatosas, que se obtienen de la médula ósea, del mismo lugar (en la cadera) donde se saca el tejido que diagnostica enfermedades de la sangre, o para estudiar pacientes que pueden ser candidatos a transplantes de médula ósea».

Después de extraídas, durante unas seis semanas se las hace crecer a cantidades entre 20 millones y 200 millones de células y «se las inyecta en las zonas del corazón del mismo paciente, donde existe un área que fue reemplazada por cicatriz, por un infarto o un ataque cardíaco previo», agregó.

El proceso de investigación y aplicación es apoyado financiera y científicamente por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.