El «pressing catch» llega a Galicia rodeado de polémica por su violencia

Rubén Ventureira

SOCIEDAD

16 abr 2008 . Actualizado a las 11:57 h.

Cuando Telecinco inició sus retransmisiones, en 1990, entre las Mamachicho, las Cacao Maravillao y los VIP de Emilio Aragón se colaron también los luchadores de ese espectáculo a medio camino entre el deporte y el teatro llamado wrestling o catch . Pressing catch se llamaba el programa. Y ese nombre sigue siendo hoy el más popular en España para designar a este tipo de lucha libre. Entonces, las grandes estrellas eran Hulk Hogan, que incluso hizo carrera en el cine (¡ Fotogramas llegó a publicar una buena crítica de una de sus películas!), Tito Santana o Los Sacamantecas. Pressing catch no duró mucho tiempo en antena, si bien Telecinco siguió realizando retransmisiones de catch de forma esporádica. Pero la irrupción de Cuatro vino a resucitar el wrestling en España, convertido ahora en un fenómeno infantil.

Uno de los dos campeonatos que retransmite Cuatro desde el 2006 es el llamado RAW. Sus grandes figuras estarán el viernes en A Coruña. No hay entradas desde hace semanas (pese a que costaban entre 25 y 80 euros), y una buena localidad se cotiza a 200 euros en la reventa en Internet. En taquilla se vendieron 10.500 pases, muchos entre seguidores de otras provincias, pues los luchadores RAW solo harán dos fechas en España, una en Granada (mañana) y la de A Coruña.

El hilo entre el pasado y el presente, entre las retransmisiones iniciales de Telecinco y las actuales de Cuatro, es la voz del comentarista, Héctor del Mar, el hombre que más aguantaba gritando gol en la radio en aquellos tiempos en los que los niños veían en la tele los payasos de la saga Aragón y Mazinger Z . El tiempo ha pasado, y ahora los críos flipan con el pressing catch . Su merchandising (que incluye desde figuritas de los luchadores a discos) fue de lo más demandado por los niños las pasadas Navidades. Solo en España se editan tres revistas sobre wrestling : ayer hubo que recorrer ocho quioscos del centro de A Coruña para encontrar una. «Es que se agotan según llegan», se disculpaban los vendedores.

Cuatro emite wrestling los sábados y domingos a las 15.25 horas. En su web, esta cadena explica que este espectáculo se dirige a «un público masculino de entre 12 y 30 años, pero, por otra parte, ofrece la posibilidad de desarrollar un amplio programa de merchandising dirigido a chicos de 6 a 12 años, en categorías como textil, moda, hogar, papelería, calzado, accesorios y deportes».

«Efecto imitativo»

La Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) y la Confederación Nacional Católica de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa) han solicitado al Gobierno que lo califique como un espacio para mayores de 18 años y obligue a Cuatro a trasladarlo de horario. Alegan que incumple la legislación televisiva en materia de protección del menor y que genera un «efecto imitativo a la hora de promover las luchas en los colegios, en muchos casos grabadas con móviles y colgadas en la Red». Sin duda esta situación molesta a muchos profesores, como los de Granada, donde se ha prohibido la práctica del juego en los recreos y pasillos. La rotura de un brazo por parte de un niño de primaria desató la preocupación entre los colegios granadinos.

Saben que es un juego

El psicólogo vigués Emilio Pérez Bayo comentó al respecto del auge de este espectáculo que «los niños son los que más sufren los modelos de televisión» y esta situación se agrava «ante la permisividad de los padres; ellos tienen un mayor acceso, tanto a la televisión como a los videojuegos violentos».

Como única ventaja a la hora de analizar un espectáculo «agresivo», Pérez Bayo recalca que los niños «distinguen perfectamente que en este caso se trata de un juego», que los participantes no se hacen auténtico daño.