Ban también destacó en su intervención el «caso especial de los países de ingresos medios», para los que es de igual importancia que se les conceda «un mejor acceso» a los grandes mercados y que requieren de transferencia de tecnología y conocimientos para reforzar sus economías.
Al mismo tiempo, llamó a crear regulaciones internacionales «innovadoras y fuertes» en colaboración con la ONU para proteger los mercados financieros que se han visto alterados por la crisis hipotecaria de EEUU.
Aseguró que los organismos reguladores se encuentran fuera de sintonía con el crecimiento de los mercados financieros en los países desarrollados y en desarrollo.
«La actual confusión en los mercados mundiales demuestra que esa brecha es insostenible», agregó.
La crisis provocada por el precio de los alimentos y la turbulencia de los mercados financieros se han convertido a los ojos de los responsables de las Naciones Unidas en dos nuevos obstáculos en su agenda para el desarrollo.
El secretario general declaró al comienzos de este año que la organización trataría de centrar durante 2008 la atención de la comunidad internacional en las 1.000 millones de personas que viven en pobreza extrema en el mundo.