Las plantas no deben ser tratadas de manera arbitraria, e infligir daños sin motivo a un vegetal «no es moralmente admisible», señaló ayer una comisión ética suiza. Estas son algunas de las conclusiones de un informe de la Comisión Federal de Ética para la Biotecnología en el Terreno no Humano (CENH), titulado La dignidad de la criatura en el reino vegetal y hecho público ayer en Berna.
Elaborado por un grupo de expertos, el documento intenta dar respuesta a cuestiones éticas sobre el respeto a las plantas y sobre si estas poseen o no un valor moral. En el debate se constataron algunas diferencias de opinión, pero los miembros de la comisión concluyeron por unanimidad que un ataque arbitrario infligido a las plantas es moralmente rechazable. «El hecho de arrancar las flores al borde de la carretera sin ninguna razón válida es un ejemplo de acto arbitrario», señala el informe, de 24 páginas.