Recordó además que «cuando era niño no había una escuela cerca y después tuve que trabajar para criar mis hijos». Oliveira tuvo 12 hijos e hizo que todos estudiaran.
Ahora tiene más de 80 nietos y bisnietos «y ninguno queda sin estudiar, incluida mi esposa, Carmelinda, que tiene 74 años, y que ya sabía un poco, pero ahora me acompaña», destacó don Sebastiao al periódico.