Los servicios de inteligencia británicos emplearon a un astrólogo para predecir los movimientos de Hitler

Imanol Allende

SOCIEDAD

05 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

En noviembre de 1942, un informe con el sello rojo de top secret llegó a la Sala 055 del Gabinete de Guerra, la dirección secreta de la agencia de inteligencia británica MI5. En el informe se mostraba la última arma y la más bizarra con la que doblegar a Adolf Hitler: el uso de la astrología que interpretara los movimientos diarios del dictador. Para ello, la dirección del MI5 se dejó embaucar por un astrólogo que se decía descendiente de la nobleza húngara, Louis de Wohl.

El informe, que solo ha sido desclasificado ahora por los Archivos Nacionales británicos, indica que desde 1923 Hitler era asesorado en la toma de decisiones por un astrólogo, Karl Ernest Krafft. Los británicos creyeron que si contaban con un astrólogo que hiciera los mismos cálculos podrían predecir cuáles serían sus decisiones. El autor del informe era Louis de Wohl, un charlatán nacido en Berlín, aficionado a los cigarros y el travestismo, que convenció a los jefes de los servicios de inteligencia británicos de que el secreto para derrotar a Hitler estaba en las estrellas.

Fue reclutado por los SS (Servicios de Seguridad) en 1940, cuando tenía 37 años, y cobraba unos mil euros por leer el horóscopo a la clase más selecta de Londres, entre ellos individuos de interés para el MI5, como el embajador rumano en Londres y miembros de la Fuerza Francesa de Liberación.

Aunque algunos jefes del MI5 advirtieron que De Wohl era un «peligroso charlatán», el astrólogo logró convencer a responsables de los servicios de espionaje de la importancia de su trabajo. Algunas de las calificaciones de los jefes del espionaje británico así lo demuestran: «Extraordinariamente inteligente», «Un hombre astuto». Él mismo se definía como State Seer (el vidente del Estado) y por un momento estuvo a punto de serlo, ya que la estrategia bélica británica parecía depender de las «decisiones» o visiones de este hombre. Entre otras cosas se le pidió que leyera las estrellas para descifrar la manera en la que se iba a solventar la batalla de El Alamein, y cuál sería la mejor fecha para lanzar la operación Sealion. Incluso el Comité de Inteligencia Conjunto escuchó los cálculos de este hombre sobre las fechas más probables en las que Hitler lanzaría el ataque definitivo contra Gran Bretaña, teniendo en cuenta que su signo zodiacal era Tauro.

Sin embargo, las alabanzas no durarían mucho tiempo. Pronto pasó a ser calificado por el MI5 de «charlatán» y «embaucador». En 1944 las dudas sobre sus habilidades ya eran certezas, por lo que se rescindió su servicio. E incluso se le puso bajo vigilancia ante los rumores de que iba alardeando por los clubes de travestismo de Londres de su papel en el servicio de inteligencia.