El 85% de las radiografías ya son digitales en los hospitales gallegos

SOCIEDAD

El uso de la herramienta se limita al Sergas, pero se ampliará a partir del verano a los centros concertados

04 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Como «una revolución en el trabajo diario» define Anxo Martínez de Alegría, radiólogo del Clínico compostelano, la digitalización de la imagen, que ya es realidad en los hospitales públicos de A Coruña, Vigo, Santiago, Monforte, Pontevedra, O Salnés, Cee, Vilagarcía, y Burela. En verano se prevé incorporar a la lista los de Ourense, Ferrol y Lugo.

El proceso empezó en el 2006, y hasta finales del año pasado se efectuaron ya quince millones de estudios con digitalización de imagen radiológica, según datos oficiales del Servizo Galego de Saúde. El último año supuso un 85% de las imágenes realizadas. Afecta a todo tipo de equipos: los de radiodiagnóstico convencionales, pero también resonancia magnética, ecógrafos, gammacámaras, tomógrafos, escáneres y demás.

Todos los médicos del sistema público gallego disponen de un chip y un certificado digital que, a través de su tarjeta sanitaria individual, les permite acceder a estos estudios radiológicos, y a otros datos que se sirven a través de telemedicina y por la intranet del Sergas. Por el momento, el uso de la herramienta está limitado a la red del Sergas, aunque se ampliará en el verano a la parte pública de Povisa, y antes de final de año al resto de centros concertados.

Entre las ventajas de la imagen digital está que evita los líquidos químicos de revelado, que se eliminaban por las alcantarillas y eran altamente contaminantes, por lo que se previenen esos residuos y el impacto ambiental. Esta fue una exigencia de la normativa de la UE. Las imágenes digitales se almacenan en un servidor que permite consultarlas con rapidez, sin la demora de antes al tener que buscar las placas en el archivo y transportarlas por un celador. Se reducen así riesgos de deterioro por el polvo y otras agresiones, y posibles extravíos. En un futuro no será necesario ya hacer más placas, con lo que se ahorrará en película y en los restantes elementos que requería el proceso anterior. «La calidad de la imagen es excelente; técnicamente, hay mucha diferencia entre la digital y la antigua. Nuestro trabajo resulta muy facilitado, sobre todo cuando hay que consultar estudios anteriores ya digitalizados, que se localizan de forma inmediata. No se pierde tiempo, como antes ,cuando había que esperar a que los trajesen y buscarlos», indica Martínez Alegría.

Ahora todavía se hacen placas, pero se graban por un sistema diferente, basado en un método láser, menos contaminante. En el Clínico compostelano se guardan copias digitales de seguridad, que se almacenan en un lugar diferente para prevenir que un accidente pueda deteriorar o destruir las imágenes. «Con los equipos digitales la adquisición de la imagen es semejante, el gran cambio está en el tratamiento posterior. Este nuevo sistema supone un mayor trabajo burocrático para los técnicos, pero, a cambio, tienen la ventaja de no estar expuestos a la toxicidad del sistema anterior».

Otra ventaja es que desde cualquier hospital o centro de salud los médicos podrán consultar de forma inmediata los estudios radiológicos que se hagan a sus pacientes en otro centro del Sergas. Las imágenes se incorporan a un repositorio de imagen digital accesible para los especialistas.

El Sergas resalta que este sistema permite que se haga una radiografía en un centro de salud y que pueda informarse por un radiólogo en un hospital. De momento el paciente no tiene acceso a estas placas, aunque técnicamente sería posible transmitirlas incluso a un móvil si fuese necesario, señalan en el Sergas. Es un paso para que el paciente deje de ser transmisor de información al cambiar de médico. Desde el centro de salud puede accederse a las pruebas realizadas en un hospital y a otros datos clínicos.