Mientras el deshielo avanza rápidamente, los progresos alcanzados en la cumbre del clima de Bali son, por el momento, muy lentos, por no decir nulos. Los países participantes en la conferencia acordaron ayer la creación de un fondo de adaptación al cambio climático para los países en desarrollo, que son también los más vulnerables a las consecuencias del calentamiento global. Pero los datos no cuadran: en el futuro, cada año se necesitarán unos 86.000 millones de dólares para apoyar a las potenciales víctimas del cambio climático. Sin embargo, hasta ahora en el fondo de adaptación hay solo millones y no miles de millones, según subrayaron las oenegés. En concreto, y de momento, poco más de 30 millones de euros.
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que participa en la cumbre de Bali, elogió ayer el interés «que está demostrando» la Xunta en el desarrollo de medidas contra el cambio climático y que se plasma con el envío de una delegación a la conferencia. Hizo además una valoración «positiva» de las líneas que conforman la estrategia de Galicia para afrontar el desafío.