Los médicos empiezan a detectar en niños casos de diabetes tipo 2 provocada por una mala alimentación

Alejandro Posilio

SOCIEDAD

15 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

De los siete millones de niños de entre dos y diez años que hay aproximadamente en España, dos millones sobrepasan su peso ideal y a unos 500.000 se les puede calificar de obesos, según se aseguró ayer en el Congreso de Seguridad Alimentaria organizado por la Asociación Española de Codificación Comercial (Aecoc), que reunió en Madrid a 150 expertos de este sector.

El ministro de Sanidad, Bernat Soria, que participó en el congreso, también denunció que los médicos están empezando a detectar en niños diabetes tipo 2, una enfermedad que hasta ahora sólo se detectaba en adultos, lo que demuestra que comen mal y llevan una vida sedentaria.

Francisco Porras, director del área de nutrición de la empresa Weber Shandwick, explicó que la obesidad es la conjunción de dos factores esenciales: los hábitos alimenticios (los alimentos que se acostumbra a comer) y el estilo de vida sedentario (la falta de ejercicio). También destacó que, como especifica la Organización Mundial de la Salud (OMS), «la obesidad puede ser la epidemia del siglo XXI, lo que ocasiona un desequilibrio económico mundial y un gasto excesivo en Sanidad». Según explicó, en España se gastan 3.000 millones de euros en diferentes acciones para paliar la obesidad.

También destacó que este tipo de consumidor tiene por lo común un comportamiento bipolar en cuanto a adoptar una forma sana de consumir, y una actitud incluso «negligente», pues «sabe que hay que comer sano, pero no lo hace».

Otro de los aspectos que se trató en el congreso fue el de la seguridad alimentaria. Según los expertos, el nivel de conocimiento del ciudadano medio sobre alimentación es muy bajo. Porras puso un ejemplo para demostrarlo: hoy se le pide al consumidor que comprenda que es un antioxidante, sin tener un información previa para entenderlo. Michael Sansolo, analista de tendencias de consumo, explicó que los valores que determinan la compra han pasado de estar encabezados por el precio, el gusto, la calidad o el servicio, a imponerse la seguridad alimentaria y la sostenibilidad. Resaltó que hay cuatro factores que preocupan dentro de esta seguridad, desde enfermedades transmitidas por los alimentos, hasta alergias o terrorismo alimentario, y la nutrición.