Un ejecutivo que descubrió su pasión por el mundo de la moda

C. T.

SOCIEDAD

14 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Jaime de Marichalar, de 44 años, ha demostrado ser una persona que sabe afrontar las adversidades tras superar con éxito la grave enfermedad que sufrió en diciembre del 2001; y, pese a su aspecto severo, se ha convertido estos años en un icono de la moda, en la que ha marcado un estilo personal y diferenciado. Procedente de una noble familia soriana vinculada desde antiguo a la monarquía, Marichalar sufrió una isquemia cerebral que le mantuvo apartado de su actividad en la Fundación Winterthur solo durante tres meses.

Esa rapidez demostraba su afán de recuperación, pero no evitó que, poco después, tuviera que trasladarse a vivir a Estados Unidos, donde, acompañado por la infanta Elena, siguió durante once meses un tratamiento de rehabilitación.

Amante de la moda desde mucho antes de ser consejero de una de las principales firmas españolas como es Loewe, Marichalar ha estado presente en múltiples ocasiones en desfiles y acontecimientos relacionados con este mundo, y ha acaparado muchas portadas por sus atuendos diferentes y muy personales.

En 1986 se fue a vivir a París, donde realizó sus prácticas financieras. Ocupó distintos puestos directivos en entidades financieras, hasta que su nuevo destino en Crédit Suisse le supuso su traslado a Madrid. La pareja se conoció en 1987, cuando doña Elena se trasladó a París a realizar un curso de literatura francesa, y mantuvo su relación con absoluta discreción.