Condenan a un beduino a pagar 46 camellos por piropear a una mujer

Efe

SOCIEDAD

La primera pena impuesta fue el corte de lengua, pero después se la conmutaron.

27 oct 2007 . Actualizado a las 15:56 h.

Aunque los egipcios no destacan por su recato a la hora de piropear a las mujeres, las tribus beduinas son menos tolerantes y condenaron a un hombre a cortarle la lengua, aunque al final le conmutaron la pena a cambio de 46 camellos.

Reunidos en un campamento en el sur de la península del Sinaí, donde rigen leyes especiales impuestas por los propios beduinos, los miembros de un tribunal ordenaron rebanar la lengua a un hombre de un clan que dijo «buenas palabras» a una mujer de otra tribu, según informa hoy el diario oficialista «Ajbar al Yom».

El acusado lanzó sus requiebros a la mujer, que en ese momento cuidaba del ganado, desde un coche en marcha, por lo que también deberá deshacerse de su vehículo, según la pena impuesta.

Además, deberá pagar cuarenta camellos o el equivalente a su valor, calculado en 80.000 libras egipcias (más de 10.000 euros).

Según la sentencia original, al infortunado galán también se le iba a amputar la lengua, pero tras tres horas de arduas negociaciones entre el tribunal, los abogados y las familias, se decidió conmutarle la pena a cambio de otros seis camellos más.

Eso sí, uno de estos animales debe ser «original», es decir, de una raza muy valorada por los árabes por su superior velocidad.

Entre las acusaciones que ha afrontado el condenado figura la de molestar a la mujer durante sus horas de trabajo, ya que, después de aguantar los piropos, tuvo que dejar el ganado para ir a quejarse a su familia.

En atención a las normas de los beduinos, el condenado tuvo que pagar una multa inmediata a la familia de la mujer para que aceptara la denominada «sesión de reconciliación» y para que él también reconociera que había cometido un delito.

Uno de los abogados de la mujer señaló como agravante que el acoso verbal se produjo sin que hubiese habido una cita previa entre las dos personas.

Sin embargo, no es sencillo conseguir una cita entre beduinos: el hombre debe hacer saber su interés por una mujer a un emisario, quien traslada el mensaje a la afectada a la espera de que ésta dé su consentimiento.