El Museo del Holocausto, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia

Reuters

SOCIEDAD

El director del Yad Vashem, Avner Shalev, dijo que el genocidio de los judíos «debe ser parte de la cultura universal».

26 oct 2007 . Actualizado a las 19:54 h.

El negacionismo del Holocausto se basa exclusivamente en el odio y el antisemitismo, y las penas aplicadas por determinados países a quienes sostienen esa teoría suponen sólo una defensa de la sociedad, dijo el viernes Avner Shalev, el director del Museo del Holocausto de Jerusalén.

Shalev, que recogerá el viernes en Oviedo el premio Príncipe de Asturias de la Concordia concedido a Yad Vashem, la principal institución internacional en memoria de los seis millones de judíos que fueron víctimas del Holocausto, señaló además que las sociedades deben actuar contra los intentos de destruirlas.

«Los negacionistas no tienen dudas, no tienen cuestiones históricas, no tienen un nuevo enfoque de investigación. Sólo hay un motivo que subyace al negacionismo, y es el antisemitismo, el odio, la voluntad de aplicar regímenes fascistas neonazis y destruir las bases de nuestras vidas», declaró Shalev el viernes durante una entrevista con Reuters.

En abril, los 27 estados de la UE aprobaron un plan para perseguir el racismo y la negación del genocidio, después de seis años de negociaciones en los que el bloque luchó a favor de su condena, pero cuyas intenciones chocaban una y otra vez con los límites a la libertad de expresión. «Estoy a favor de la libertad de expresión, la libertad de investigación y la libertad de publicación, pero no es menos importante y esto también lo hemos aprendido del Holocausto, que la sociedad humana debe defenderse (...)

Estoy a favor de las legislaciones que ponen límites al negacionismo porque eso significa defender nuestra sociedad¨, agregó.

El Museo del Holocausto se creó en 1953 para perpetuar la memoria de las víctimas de la 'Shoah', como se conoce en hebreo al Holocausto. Desde 2005 cuenta con instalaciones renovadas y un archivo que contiene 62 millones de documentos, 267.500 fotografías y miles de vídeos con testimonios de los supervivientes.

La Fundación Príncipe de Asturias basó su decisión para concederle el galardón a la Concordia, una candidatura que fue promovida por la canciller alemana Angela Merkel, en el reconocimiento de su labor para promover entre las actuales y futuras generaciones la superación del odio, del racismo y de la intolerancia.

Silencio y Cooperación

En este sentido, Shalev considera que el Holocausto no será realmente comprendido ni siquiera en los próximos años, ya que a pesar de los análisis históricos que llevan décadas realizándose, hace falta una segunda vertiente. «Sería mucho más compleja, sería preguntarse cómo pudo suceder, cómo todos los valores humanos se

derrumbaron, cómo millones de personas fueron testigos y sin embargo se mantuvieron en silencio, cómo hubo tantos que cooperaron con las autoridades en aquellos momentos. A estas preguntas tenemos que dedicar todavía muchos años».

Shalev reconoce estar al tanto de la existencia de comparaciones entre el genocidio contra los judíos y la situación en la que viven muchos palestinos en Oriente Próximo y sus consiguientes críticas hacia Israel, aunque diferenció el carácter «territorial» del conflicto palestino-israelí de la intencionalidad sistemática por destruir un pueblo entero del Holocausto. «Parte de esta terminología procede de argumentos antisemitas que sacan de proporción totalmente lo que sucede en el conflicto palestino-israelí y que hacen una crítica mucho más dura a Israel parte son esas mismas sociedades que se mantuvieron en silencio durante el Holocausto y que cooperaron con la autoridades. Estas son las mismas que hablan de utilización de fuerza excesiva por parte de Israel».

Shalev subirá a recoger el premio al escenario del teatro Campoamor acompañado de 11 supervivientes del Holocausto como símbolo de que no se trata de sólo uno, sino de seis millones de conflictos con su propia historia. «La historia del Holocausto, por tanto, es la historia uno por uno y cuando lo entendamos, entenderemos que nos

concierne a todos».