La LOE propone iniciar el proceso de enseñanza de la lectura a los 3 años

J. C.

SOCIEDAD

La nueva ley oficializa un avanzado método de aplicación generalizada basado en el aprendizaje significativo

21 oct 2007 . Actualizado a las 03:20 h.

Dentro de aproximadamente medio año, la Xunta aprobará el decreto que debe regular la aplicación de la Ley Orgánica de Educación (LOE) en educación infantil. Será de aplicación en Galicia ya en el próximo curso y afectará directamente a la enseñanza de los niños de 0-6 años, singularmente a los que acceden al sistema escolar a partir de los tres. Los que han visto el borrador no esperan muchos cambios de fondo. Más bien ninguno, aunque el decreto regulará de una forma más específica que hasta ahora cuándo y cómo aprenden los niños a leer y a escribir.

En la práctica, los niños que acceden a la educación primaria (6 años) están preparados para leer. Incluso, según como se interprete el concepto de leer, saben hacerlo. Pero aún deberán dedicar una buena parte de los dos siguientes cursos (1.º y 2.º de primaria) a consolidar esas bases e iniciar otros progresos.

El truco

El objetivo es que al acabar el segundo curso sean capaces de redactar textos breves, comprendiendo su significado. «No que ten que ver coa lectura -explica una maestra con amplia experiencia en un colegio de la provincia de Lugo-, se no primeiro trimestre do curso o neno non atopou o truco, hai que pensar en dedicarlle un pouquiño máis de tempo». El truco se ha revelado a todo el mundo alguna vez. De repente, el niño empieza a leer los rótulos que ve por la calle, los panfletos de publicidad o cualquier conjunto de letras que se le cruce. ¿Ya sabe leer? No, pero está muy cerca.

«Ese momento é o resultado dunha evolución que comeza estimulando ao cativiño xa cando ten tres anos. Hai cousas que xa se lle poden ir ensinando: que se le de esquerda a dereita, por exemplo, utilizando a lectura de imaxes», explica otra maestra de educación infantil, de formación más reciente.

El decreto de educación infantil pondrá el acento en el aprendizaje significativo, el sistema de enseñanza que se aplica de forma generalizada en todo el país y que pretende que el niño comprenda todo lo que aprende y que su evolución, al margen del tiempo que emplee, sea sólida. «Eu teño este curso un alumno de nove anos que non é capaz de relacionar a palabra que le co obxecto que significa. Iso é un vicio adquirido que resulta moi difícil de corrixir». No sabe cuánta razón tiene esta maestra. En una encuesta hecha este año en institutos del entorno de A Coruña con 345 alumnos de entre 11 y 17 años, el colegio de ópticos constató que el 42% habían mostrado una velocidad de lectura deficiente y apenas comprendido el significado del texto.

Mejor 15 alumnos que 25

La aplicación de la LOE en la educación infantil no establecerá objetivos de cumplimiento obligatorio, sencillamente porque la enseñanza antes de los seis años no es tampoco obligatoria, aunque la oferta permita de hecho la escolarización de casi todos los niños a partir de tres años.

El principal inconveniente para una correcta aplicación del sistema es el número de alumnos por aula. Una clase con 15 niños da opción a la maestra de aplicar adecuadamente la intensidad del proceso en función de la capacidad que muestra cada alumno. Un aula con 25, que es el máximo que establece la ley, reduce considerablemente la atención personalizada. En las zonas de alto crecimiento demográfico de Galicia, hay muchas clases completas: «Se nota muchísimo cuando hace mal tiempo y algunos niños se ponen enfermitos -constata una maestra de educación infantil que trabaja en un colegio de Cambre-, porque se trabaja mucho mejor. Quince es el número ideal».