Abuelos de cuidado

Colpisa

SOCIEDAD

El 89% ayuda a sus hijos en la vida cotidiana, y el 90% está encantado de su principal «tarea», atender a sus nietos.

28 jul 2007 . Actualizado a las 21:40 h.

Al asumir con gusto su papel de cuida-nietos y ayudantes de familia, las abuelas y abuelos tapan los «agujeros» del todavía renqueante Estado del Bienestar español, que deja mucho que desear en la organización de la vida laboral y escolar y, sobre todo, en la cobertura social del derecho femenino al trabajo. Eso explica que el 89% ayude a sus hijos en la vida cotidiana (el 25% a diario y el 29% dos o tres días a la semana), como ha constatado una encuesta publicada esta semana por Mensajeros de la Paz con motivo del Día de los Abuelos que esa asociación ha organizado por noveno año consecutivo.

En representación de los casi nueve millones de abuelos españoles, que incluyen un millón de bisabuelos, las mil personas encuestadas por Mensajeros de la Paz dejan claro que la familia es lo más importante (67%), incluso más que su propia salud (16%) y seguridad económica (10%). Por eso, aunque más de dos tercios viven independientes (62% en pareja y 6% solos) y apenas el 30% comparte casa con hijos y nietos, esa «separación» es sólo teórica: el 82% se relaciona al menos semanalmente (34% a diario) con ellos.

Buena parte de esa relación cotidiana tiene motivos que podrían catalogarse de instrumentales, porque el 37% de quienes ayudan a sus hijos lo hace cuidando a sus nietos, el 24% echando una mano en tareas domésticas y el 23% realizando gestiones. Pero tales «obligaciones» son asumidas con agrado por el 90% (el 59% considera «muy gratificante emocionalmente» el cuidado de sus nietas y nietos, y a otro 31% le «hace sentirse útil y activo»), lo que confirma la solidaridad familiar como valor persistente de la «abuelidad», una palabra que han hecho suya los estudiosos del sentimiento de ser abuela o abuelo antes incluso de que pueda llegar al diccionario.

Déficit social

Además, en coincidencia con otros estudios que señalan los apuros económicos y laborales como trasfondo, la encuesta de Mensajeros de la Paz no deja lugar a dudas sobre las «razones sociales» que convierten a los abuelos en cuida-nietos. La primera, con un 41%, los «horarios laborales incompatibles con la vida familiar» del padre y la madre. La segunda, con un 35%, la «falta de recursos económicos» para poder pagar una guardería o contratar a una persona cuidadora. Y la tercera, con un 14%, la «falta de recursos sociales» gratuitos o baratos que permitan dejar a los hijos en guarderías y escuelas.

El resultado de todo ello es, en palabras de Constanza Tobío, socióloga de la Universidad Carlos III de Madrid, que «las abuelas, con creciente ayuda de los abuelos, sustituyen la insuficiente acción del Estado y la mala organización» española de los horarios laborales y escolares y del reparto de tareas en la familia. O, como recalcaba el psicólogo Javier Urra al asesorar al profesorado de la Escuela de Abuelos de Mensajeros de la Paz, que «la conciliación de la vida familiar y laboral la resuelven los abuelos; la suya sí que sería una huelga general...»

Al final, eso se traduce en un retrato cotidiano de abuelos dedicados en cuerpo y alma al apoyo escolar de sus nietos (el 34% echa una mano en los traslados, deberes y tutorías), a su alimentación e higiene (23%), a su ocio (24%) y a su control sanitario (11%). Y de su generosidad a toda prueba da idea el hecho de que, como señala la encuesta, no llega al 9% la cifra de quienes esbozan una levísima queja: el 4,5% reconoce que se cansa o que la tarea le resulta excesiva, y otro 4% apunta que «me quita tiempo para mí mismo».