Un inmueble de diseño de más de 2.000 metros cuadrados es la apuesta impulsada por la Fundación Amancio Ortega para acoger el Centro para el Desarrollo de la Comunidad Educativa de Arteixo, inaugurado ayer en Sabón. Desde este recinto, en el que se invirtieron 10 millones de euros, se pretende impulsar iniciativas, con salas de formación, espacios destinados al desarrollo de proyectos, un área de exposiciones y un auditorio para 72 personas. Es el segundo proyecto de la fundación, que defiende que la «educación ni empieza ni acaba en las aulas», tras el uso de ordenadores portátiles en las clases. El patrono de la entidad y consejero delegado de Inditex, Pablo Isla, apuntó que «simboliza un puente entre la escuela y la sociedad» y defendió las inversiones en educación y la apuesta por las nuevas tecnologías. El conselleiro de Presidencia, José Luis Méndez Romeu, calificó de singular el objeto social de la fundación, teniendo en cuenta que «los beneficios en la educación tienen un retorno lento», y consideró necesario continuar aprendiendo de la «experiencia de liderazgo empresarial», durante un acto presidido por la vicepresidenta de la Fundación, Flora Pérez Marcote. El alcalde, Manuel Pose, auguró que Arteixo se convertirá «nunha nova Irlanda da tecnoloxía».