Más de 45 países apoyan la creación de una ONU para el Medio Ambiente

La Voz A.?L.| PARÍS

SOCIEDAD

03 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

Más de 45 países de los cinco continentes se unieron ayer en el llamamiento de París a favor de una movilización internacional contra la crisis ecológica y por la creación de la Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Onuma). «Hoy sabemos que la Humanidad está destruyendo, a una velocidad aterradora, los recursos y equilibrios que han permitido su desarrollo y que determinan su futuro» y «ha llegado el momento de reconocer que hemos llegado al límite de lo irreversible, de lo irreparable», afirmaron en el texto que cerró la conferencia de París Ciudadanos de la Tierra para un gobierno ecológico mundial . El solemne llamamiento por «una gran movilización internacional contra la crisis ecológica y en pro de un crecimiento respetuoso del medio ambiente» fue leído por el anfitrión de la conferencia y presidente de Francia, Jacques Chirac. 46 países y la Comisión Europea integran el grupo pionero constituido para promover la creación de la Onuma y que celebrará su primera reunión la próxima primavera en Marruecos. En este club están casi todos los países de la Unión Europea, incluida España, que apoya «con entusiasmo» la iniciativa, en palabras de su ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Entre los grandes ausentes está Estados Unidos, cuyo presidente, George W. Bush, rechazó también el Protocolo de Kioto. Un nuevo derecho Además de presionar por la creación de la Onuma, «una auténtica organización internacional de composición universal» que reemplace al actual Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), los firmantes abogaron por una declaración universal de los derechos y deberes medioambientales. Una carta que garantice a las generaciones presentes y futuras «un nuevo derecho humano»: «Un entorno sano y preservado». Los autores del llamamiento se comprometen a optar por un crecimiento ecológico, rechazando el actual modelo económico «basado en el despilfarro desenfrenado de recursos naturales».