Agatha Christie visitó Cibeles

La Voz

SOCIEDAD

JUANJO MARTÍN

19 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

La segunda jornada de la pasarela Cibeles se desperezó con la visión que Devota&Lomba tiene de los clásicos, ya que su colección para el verano del 2007 supone una reinterpretación, en clave burguesa, de la costura más tradicional. Modesto Lomba apostó por largos a la rodilla y mitad de pierna para vestidos y trajes de chaqueta con falda, definidos por la profusión de pliegues y de sorprendentes lazadas, que convertían las prendas en piezas casi arquitectónicas. Su propuesta giró en torno a colores suaves, como el verde agua, y los binomios como el rosa palo y el marrón chocolate, junto a tejidos de acabado metálico o trajes con pantalones pitillo. Abrigos de línea evasé , vestiditos etéreos, escotes palabra de honor, vuelo en las faldas y grandes bolsos también pudieron verse sobre la pasarela. Larraínzar, a continuación, apostó por el dolce far niente como fuente de inspiración de una colección ultrafemenina de falditas plisadas y mini chaquetas de estilo Chanel. Los grandes cinturones, casi corpiños, que ceñían los talles de las modelos también fueron clave en su propuesta, de tejidos vaporosos y ligeros en tonos suaves, sin olvidar los estampados de sus vestidos de noche, largos y ribeteados en terciopelo. Los hermanos Iñaki y Aitor Muñoz, Ailanto, hicieron de su desfile un homenaje al misterio de Agatha Christie, en cuyos libros y adaptaciones cinematográficas se inspiraron para la colección. Así, sobre las sillas de los invitados al desfile se podía encontrar un ejemplar de La muerte visita al dentista y Maldad bajo el sol , para abrir boca a una muestra con regusto misterioso, en la que hasta la puesta en escena de la colección quiso ser diferente: modelos en tumbonas, bajo grandes sombrillas estampadas. Ailanto sorprendió con vestidos camiseros en colores claros y estampados geométricos, junto a rayas horizontales, pantalones anchos y vestidos con mucho movimiento, tanto largos como cortos, en etéreas sedas. Si en el pase de Devota&Lomba se dejaron ver caras famosas como Ángela Carrasco, Ana García Lozano, Paloma Segrelles hija o Elvira Lindo; en el de Larraínzar, Mar Flores o Marc Ostarcevic (con un nada discreto traje celeste); Espido Freire y la actriz Laura Pamplona en el de Ailanto; Candela Peña en el de Duyos; quien más famoseo reunió fue, sin duda, el desfile de Roberto Torretta. En él compartieron platea desde la mujer y la hija de Bono hasta Ana Botella, Nuria March, el ex futbolista Michel, el ex baloncestista José Miguel Antúnez, Covadonga O'Shea, Natalia Figueroa y su hijo, la ex ministra Pilar del Castillo o Cayetana Martínez de Irujo, que felicitó al modisto por su nueva colección. Torretta se sumó a una de las grandes tendencias de esta edición de Cibeles: los años sesenta. Igual que en la jornada inaugural lo hiciera Antonio Pernas, Roberto Torretta modernizó la imagen sesentera para presentar una colección en la que la piel, trabajada artesanalmente, se transformó en pantalones pitillo y chaquetas inspiradas en el corte capelina, de manga francesa, o falditas tableadas. Las formas evasé en vestidos y blusones de algodón o popelín, compartieron espacio con vestidos globo en tela dorada rematada en negro o faldas tubo de cintura alta, pasando por vestiditos de inspiración baby doll . Y para la noche, Torreta apuesta por las organzas y el tafetán para diseños cortos y largos de líneas sobrias y elegantes. La jornada se cerró con los pases de Duyos, recuperando la elegancia del vestir deportivo; y Miguel Palacio, apostando por el lujo discreto. Más información sobre Cibeles y álbumes fotográficos en www.lavozdegalicia.es