La primera mujer turista espacial ya vuela a la estación internacional

La Voz AGENCIAS | BAIKONUR

SOCIEDAD

Ansari grabará un vídeo y hará experimentos médicos y biológicos Esta ingeniera estadounidense de origen iraní pagó 20 millones de dólares por realizar el viaje

18 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Anusheh Ansari, ingeniera estadounidense de origen iraní y, sobre todo, multimillonaria, será conocida a partir de ahora, más que por sus patentes en el mundo de las telecomunicaciones, por ser la primera mujer que se convierte en turista espacial. Ayer despegó del cosmódromo de Baikonur (en Kazajistán) a bordo de la nave Soyuz TMA-9 con rumbo a la la estación espacial internacional. La turista se unió a la tripulación, formada por el comandante estadounidense de ascendencia española Michael López Alegría y del ingeniero ruso Mijail Tiurin. Esta es la decimocuarta misión de larga duración hacia la estación y trabajarán con el astronauta alemán Thomas Reiter, quien se encuentra en la plataforma desde principios de julio. Anusheh Ansari se convierte en el cuarto turista espacial y en la primera mujer que compra ese viaje, que cuesta más de 20 millones de dólares. Unos 10 minutos después del lanzamiento, el control de vuelo en tierra anunció que la nave había sido colocada en órbita. Ansari, que se entrenó durante seis meses en la Ciudad de las Estrellas, cerca de Moscú, debe realizar, entre otros, dos experimentos, uno médico y otro biológico, para la Agencia Espacial Europea (ESA). También tomará numerosas fotografías, realizará un vídeo educativo y trabajará en varios proyectos didácticos. La nave Soyuz debe atracar junto a la estación mañana, a las 5.42 horas de la madrugada. El día 28 de septiembre la turista volverá a la Tierra junto con la tripulación de la decimotercera misión: el ruso Pavel Vinogradov y el norteamericano Jeffrey Williams. En la nave permanecerán Michael López Alegría y Mijail Tiurin, junto al alemán Thomas Reiter. Durante la estancia, realizarán cuatro caminatas espaciales y 44 experimentos científicos, algunos de ellos por primera vez y otros antiguos con nuevos equipos. Pese a la euforia de recibir a la nueva tripulación, ayer en la estación se vivieron momentos de tensión. Un extraño olor puso en alerta a los tres inquilinos de la nave. Según explicó el ?responsable estadounidense de la plataforma, Mike Suffredini, la fuga fue de hidróxido de potasio, «un gas irritante, no mortal, que procedía de una ventilación de oxígeno». Los astronautas cerraron esta ventilación y limpiaron el líquido que había escapado de las conducciones.