Blázquez espera que la relación con el Gobierno mejore tras la visita del Papa

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente ENVIADO ESPECIAL | VALENCIA

SOCIEDAD

El presidente de la Conferencia Episcopal Española declara a La Voz que serán «más fluidas» Benedicto XVI acudirá a la estación donde se produjo el accidente que costó la vida a 41 personas

05 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, aseguró ayer a La Voz de Galicia que confía en que el encuentro que celebrará el Papa con Zapatero el próximo sábado en Valencia «será cordial y ayudará a que las relaciones con el Gobierno sean más fluidas». El obispo de Bilbao ha enviado un mensaje de acercamiento al Ejecutivo al apoyar explícitamente el diálogo con ETA, pero el matrimonio entre homosexuales sigue siendo el principal motivo de enfrentamiento con el Ejecutivo. El propio Blázquez denuncia, en su mensaje de bienvenida a los participantes en el quinto Encuentro Mundial de las Familias, «las quiebras que padece» el matrimonio y «los intentos de cambiar su naturaleza». Se espera que el Papa se refiera con severidad a lo que la Iglesia considera un atentado contra las familias y, mientras tanto, los obispos están intensificando sus críticas en los días previos a su visita, sobre todo por parte del cardenal Antonio Cañizares, vicepresidente de la Conferencia Episcopal. «Tremendo mazazo» Blázquez calificó el accidente que costó la vida a 41 personas en el metro de un «tremendo mazazo», también para «los organizadores del encuentro y de la visita del Papa, que llevan tanto tiempo trabajando con ilusión». «Estoy seguro de que el Papa reconfortará a las familias de las víctimas y emitirá palabras de esperanza», añadió. Precisamente ayer el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, aseguró que Benedicto XVI «quiere ir al lugar del accidente, para lo que se están haciendo las gestiones necesarias, y rezar por las víctimas». Nadie duda de que la tragedia marcará la visita del Pontífice a la capital del Turia. El presidente de la Conferencia Episcopal presentó ayer el libro Los obispos españoles y la familia, y en su intervención hizo una cerrada defensa de una institución que ocupa un «lugar primordial en la acción de la Iglesia», es fundamental en la transmisión de la fe y debe «preservarse como un tesoro».