Las pistas de parques eólicos dañan ecosistemas únicos en O Xistral

Xavier Lombardero REDACCIÓN

SOCIEDAD

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Asefoga afirma que la población debe tener más poder para decidir la preservación del medio Los caminos hacia los aerogeneradores perjudican más que los propios molinos, según los biólogos

23 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Pistas que destrozan laderas, turberas con especies únicas gravemente degradadas, brezales arrasados por el ganado y aves estrelladas contra aerogeneradores. Son algunos efectos degradantes en un espacio singular de Galicia, la Serra do Xistral, 22.564 hectáreas montañosas situadas entre la Terra Chá y A Mariña lucense. Tras recibir buena parte de los más de 3.000 aerogeneradores sembrados en los últimos años en Galicia, O Xistral está suscitando también una mayor atención científica para tratar de minimizar el impacto de una ganadería extensiva que ahora accede a sus lugares y cumbres más recónditas a través de las pistas de los parques eólicos, cuyas roturaciones son más perniciosas para la fauna y la flora que los propios molinos. Un estudio, culminado con una guía de buenas prácticas, lo ha realizado la Asociación Forestal de Galicia (Asefoga) para preservar la diversidad biológica y favorecer el desarrollo socioeconómico de una zona rural en franco declive demográfico. Miguel Acuña, director técnico del estudio, cree que debe darse más participación en los planes de ordenación a los habitantes de los parques o zonas de la Red Natura, aunque en O Xistral la presión humana sobre el medio, debido al clima y a la difícil orografía, es baja. Considera que, si bien la contaminación agrícola o ganadera es mínima si se compara con la de lugares como Lalín o Xinzo da Limia, las quemas para pastos, la sustitución de brezales autóctonos por praderías en lugares inadecuados y los daños que causan los parques eólicos en las turberas afectan a la flora y fauna. Agachadizas, becadas, tórtolas, lechuzas, mochuelos y chotacabras han reducido sus poblaciones por estas causas. «As repoboacións forestais con piñeiros dos anos sesenta e setenta tampouco se adaptaron -precisa Acuña-, as prantacións de castiñeiros están degradadas [Cortegaza e Ferrocente] e as turbeiras necesitan protección, pois son reservorios de auga moi importantes e claves para documentar a situación ambiental no pasado». Según Lino Fontán, biólogo del Instituto de Investigación Ambiental de la USC, que realizó el trabajo de campo para Asefoga, las condiciones ambientales de las turberas de O Xistral son muy peculiares, porque la materia orgánica no se descompone y son uno de los pocos enclaves ibéricos donde es posible encontrar un curioso saurio: la lagartija de turbera (Lacerta vivipara). Fontán señala que en la actualidad las técnicas de construcción de los parques eólicos con mucho menos agresivas que al principio. «Mellorouse moitísimo. Hoxe investígase o chan, as zonas arboradas, a presenza de aves rapaces e trázanse ben os xiros das pistas; non hai máis que ver os taludes no parque de Soán e como se construíu e recuperou o medio hoxe no de Montouto», explica. No obstante, la masiva presencia de aerogeneradores en las cumbres, sus pistas y líneas de alta tensión, el sobrepastoreo en medios turbosos y las talas masivas en lugar de entresacas son alteraciones medioambientales muy significativas.