La Cruz de Paz en los Oscar

Alba Díaz-Pachín

SOCIEDAD

ROBYN BECK

07 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Ya sabemos que Paz Vega cruzó el charco para hacerse un hueco en Hollywood, pero de momento no ha dejado mucha huella. Lo digo porque, pese a su papel en Spanglish, su cara guapa no suena en la meca del cine. Ella fue la segunda española, después del nominado compositor Alberto Iglesias, que estuvo en el Kodak Theatre la noche de los Oscar. Paz, por supuesto, luciendo tipazo en un ajustado vestido. Sin embargo, alguna agencia de prensa creyó que se trataba de Penélope Cruz. Y eso no fue lo peor. Según dicha agencia, Pe es una «actriz mexicana». Hala, y se quedan tan anchos. Bueno, el caso es que Paz Vega fue a los Oscar invitada por el actor Morgan Freeman, con el que acaba de rodar la película independiente Ten Items or Less. Ahí la tienen posando con su marido, Orson Salazar, Freeman y su señora. Resaca de estatuillas La noche más glamurosa del cine dio para mucho más, no crean. El director Robert Altman, al que le dieron el Oscar honorífico, reveló que le habían hecho un trasplante de corazón diez años antes. Ang Lee, con su estatuilla como mejor realizador, es ahora un héroe nacional en Taiwán, donde nació, y también en China, que considera chino al taiwanés. Philip Seymour Hoffman se agobió mucho porque se olvidó de citar a su novia al recoger su premio. Parece ser que Hillary Swank le dijo que ella tampoco se había acordado de su marido cuando ganó con Million Dollar Baby. Seguro que Philip se quedó más tranquilo, sobre todo porque ahora Hillary está divorciada. Y Reese Witherspoon se quedó afónica de tanto gritito en la fiesta pos-Oscar. «Me dejé llevar y llegué a mi casa a las tres de la mañana», confesó a Oprah Winfrey. ¡Qué exceso! Menos mal que estaban Madonna y Paris Hilton para animar el sarao. Dana Reeve, la viuda del actor Christopher Reeve, ha muerto a los 44 años en Nueva York víctima de un cáncer de pulmón. La mujer del célebre Superman, que atendió durante ocho años a su marido, postrado en una silla de ruedas tras sufrir una caída de un caballo, era todo un símbolo de esperanza frente a la adversidad y continuaba la lucha iniciada por Reeve para encontrar un tratamiento para la parálisis. El matrimonio tenía un hijo de 13 años. Boda de la diseñadora María Mariño La creadora viguesa María Mariño se casó ayer con el empresario valenciano Alberto Martín. Lo hicieron a golpe de martes porque se conocieron tal día como el de ayer hace veinte años, y el enlace fue en Pontevedra porque, para la diseñadora, «es la ciudad más bonita del mundo». La boda la celebró el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y sólo había diez invitados. Ella lució un modelo propio y un ramo sin flores que adornó con unas originales bolas de cacao. Mañana presenta su colección de otoño invierno en Pontus Veteris, pero ella estará camino de su luna de miel en Perú.