Hechos y figuras
23 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.?os famosos de la capital ya tienen un nuevo lugar para alternar. El madrileño hipódromo de la Zarzuela reabrió ayer de nuevo sus puertas tras nueve años de inactividad y, como no podía ser de otra forma, la ocasión se convirtió en una reunión de lo más granado de la política y la sociedad madrileña. Como si del Ascot español se tratase, a la reanudación de las carreras de caballos en la Zarzuela acudieron el ex presidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz , y su yerno, Míchel Salgado , que estuvo acompañado por su mujer y su hijo; la modelo Blanca Suelves y su marido, Juan Osorio ; el actor Fele Martínez , y la presentadora de televisión Inés Ballester . La lista de famosos que se pasaron por las instalaciones del hipódromo es bien larga. El filósofo y escritor Fernando Savater o el escultor Santiago de Santiago fueron otros de los que se dejaron ver por un concurrido recinto que amenaza con convertirse en un nuevo lugar de reunión para el famoseo de este país. Lo dicho, que vuelve la pasión por las carreras de caballos. Parece que la cosa ayer iba de celebraciones de alto copete. Resulta que el príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa, Camilla Parker Bowles , se pusieron ayer sus mejores galas para asistir a los actos del 200 aniversario de la batalla de Trafalgar, hito en la historia bélica del Imperio que los británicos se han encargado de conmemorar convenientemente en el último mes. Carlos y Camilla acudieron, sonrientes pero solemnes, junto a otros miembros de la familia real como el duque de York a una misa en la catedral de San Pablo, en Londres, en la que está enterrado el héroe de aquella batalla, el almirante Nelson . Los actos de reconocimiento al celebérrimo militar no acabaron ayer, pues en los próximos días está prevista una representación con fuegos artificiales en Trafalgar Square para rememorar la batalla. Y como no todo puede ser una fiesta, u pequeño escándalo en el Reino Unido. Andan revueltos los ánimos de los británicos estos días después de que el diario The Sunday Times publicara que Cherie Blair , la mujer del primer ministro, disfruta de un vehículo oficial con chófer para ir al gimnasio o de compras. La cuestión no tendría nada de extraordinario si no fuera porque es la primera vez que la pareja de un primer ministro goza de este privilegio, pues hasta ahora los consortes se veían obligados a buscarse su propio medio de locomoción para sus tareas personales. Así, por ejemplo, Denis Thatcher, el marido de la implacable Dama de Hierro , era un habitual del transporte público londinense, y Norma Major, la esposa del también tory John Major, recibía en casa una factura que tenía que abonar convenientemente cada vez que pedía un coche oficial. Ver para creer.